La Tatuadora De Libélulas

Capítulo veinte.

Al quinto mes alguien más murió.

Se acercaba la navidad y las típicas compras comenzaron. La tienda de tatuajes ahora estaba decorada con un montón de luces, copos de nieve falsos y un pequeño árbol con calaveras colgando y una máquina de tatuajes donde debería haber estado la estrella.

Ese día Catra tatuó una hermosa rosa en el pecho de una sobreviviente del cáncer, y luego fue a hablar con Sea Hawke debido a la escasez de trabajo.

-¿Mermista te ha enviado de nuevo a vigilarme?

Digamos que Mermista, ahora con ocho meses de embarazo, se había vuelto algo... posesiva

-No... Pero deberías tener cuidado con Netossa. Recibió la orden de patearte ya-sabes-que si levantas la mirada de este mostrador.

El chico alto rio.

-Es una niña -Contó Sea Hawke con felicidad.

-¿En serio? -Se sorprendió-. Pensé que Mermista no quería saber cuál era el sexo del bebé.

-Pues ayer se lo pidió al doctor... Y al llegar a casa comenzó a golpearme porque permití que el doctor lo dijera.

-¿Sus cambios de humor nuevamente?

-Así parece -Afirmó con una sonrisa-... ¿Sabes cómo tengo la espalda? ¡Jamás pensé que un estúpido zapato pudiera hacerme tanto daño!

Catra rio sonoramente ante esto.

-¿Ya saben cuál será su nombre?

-No tenemos ni la más mínima idea, pero...

-¿Pero?

-Nada, es solo que Mermista cree que tiene el nombre perfecto para ella y...

-¿Cuál? -Preguntó con emoción.

-Sea-ra ... No me preguntes de donde lo saco porque no tengo la menor idea, pero ella quiere llamarla de esta forma y... El punto es que tengo miedo de sus cambios de humor. Tal vez le coloque ese nombre y termine llorando solo porque realmente quería llamarla Daniela.

- Te recuerdo que estás hablando de mi hermana -Advirtió burlonamente.

-No lo digo porque no la ame o me esté cansando de ella, Catra... Es solo que tengo la novia más extraña del mundo.

Catra rio ante su observación.

-¿Estás llamando a Mermista extraña? -Reía tanto que parecía estar a punto de llorar- ¿Acaso no conoces a Adora?

***

La pintora no apareció a la hora de siempre, pero Catra no le dio importancia. Tenía días sin aparecer a esa hora porque estaba terminando el cuadro de un modelo con cicatrices, y además... digamos que Adora no era una gran fan de la época navideña y todo lo que tuviese que ver con ella.

A las dos Sea Hawke llevó a una chica a su puesto de trabajo. Se presentó ante ella como Stephanie.

Tenía ojos azules, una piel bronceada y el cabello castaño y ondulado. Catra pensó que era bonita.

Que lo fuera no significaba el comienzo de un triángulo amoroso que destrozaría la relación poco después. Catra solo estaba admitiendo que lo era.

Stephanie le dijo que quería un tatuaje en su muñeca con el nombre de su abuelo. Le contó sobre su vida como pescador y de las razones por las cuales lo consideraba su mayor inspiración.

Catra escuchó atentamente, dedicándole gentiles sonrisas de vez en cuando. Ella también le sonreía.

La tatuadora estaba terminando de colocarse sus guantes de latex negros cuando Sea Hawke apareció.