Capítulo diecinueve.

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 Al cuarto mes ellas compartieron historias.

Era un día domingo y realmente no tenían nada que hacer más que besarse sobre el sucio sofá de Adora, lo cual no se ve como una mala idea hasta que digo que sus labios terminaron adormeciéndose y se vieron obligadas a tomar un respiro.

-Cuéntame de ellos –Pidió Adora aun recostada sobre el sofá y colocando el cuerpo de Catra sobre el suyo, la cabeza de la menor sobre su pecho.

-¿A qué te refieres? -Se sentía bastante confundida.

-A tus padres, Camz... Los de verdad.

-Castapella y Jhon son mis padres de verdad.

-: No es cierto -Se negó de inmediato-. Ni siquiera los llamas mamá y papá... Los quieres, Camz, pero aun no has olvidado a los padres que tenías antes.

Catra suspiro y dejo resbalar una lágrima por su mejilla, pues Adora tenía razón.

-Se llamaban Shadow y Roy Hansen -Comenzó a relatar-. Eran aún muy jóvenes cuándo me tuvieron... Fui un error, en realidad. Ellos siempre me lo decían... Mamá fumaba porros todo el tiempo y papá llevaba drogas a través de las fronteras... Nací en cuba, por cierto. Ellos estaban en un viaje de "negocios" cuándo las contracciones de mamá empezaron. Luego volvieron a México... A veces dormía en los basureros de México. A veces dormía en los basureros de este país. A veces ni siquiera dormía

La tatuadora sentía las lágrimas en sus mejillas, pero aun así seguía hablando.

Hablar es necesario de vez en cuando.

-Solo me mantenían a su lado porque los ayudaba a conseguir dinero... Me alimentaban con sobras, y yo estaba tan delgada en ese momento, Adora... Me insultaban, me golpeaban y me escupían... Jamás me enviaron a la escuela.

-Camz, no tienes que hablar si no quieres -La detuvo claramente preocupada.

-Quiero -Acepto mientras se sorbía la nariz-. No quiero ocultarte nada... Confío en ti, Adora.- Ellos decían que ni siquiera servía para nacer...Pues mis ojos...-Suspiro hondo, Adora tomo su mano con dulzura. –Son de dos colores diferentes –Adora se sintió extrañada pues ella los veía completamente iguales. –Uso pupilentes, porque cualquier persona que los veía me miraba raro, decían que era un Mounstro como si fuese mi culpa tener un ojo amarillo y uno azul, o como si hubiese sido mi culpa haber nacido en esa familia de mierda.

Silencio.

-Cuándo Frosta nació comenzaron a tratarla igual de mal. Ella no lo recuerda, por suerte... Un día unos hombres armados interceptaron el camión en el que papá nos llevaba junto con su droga. Yo iba atrás junto a Frosta y la droga. Ellos odiaban sus gritos y lloriqueos... Mataron a mamá y papá ese día. Frosta y yo tuvimos suerte por estar atrás... Lo policía llego poco después y nos encontró. Nos llevaron al orfanato de inmediato, y allí aprendí a leer y escribir... Era extraño porque yo tenía ocho y le pedía ayuda a los niños de cinco, por suerte aquellos niños veían mis ojos como si fueran una de las 7 maravillas del mundo... Luego de unos días conocí a Castapella. Ella limpiaba los baños... Dijo que en cuanto me vio supo que tenía que adoptarme. Le pedí que adoptara a Frosta también, y ella solo se rio y me dijo que lo habría hecho aunque yo no se lo hubiera pedido.

-Ella... Castapella debe de ser increíble -Murmuró mientras le secaba las lágrimas y la abrazaba como si no fuese a soltarla jamás.

Como si nada fuese a suceder cuatro meses después.

-Lo es –Afirmó- Castapella y Jhon se ocuparon de Mermista cuándo sus padres murieron en un accidente de tránsito y Entrapta solía pedir dinero en las calles mientras cantaba alguna canción... Su corazón es tan grande, Adora. Podría haber dejado que otros se ocuparan. Podría...

La Tatuadora De LibélulasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora