CAOS ★[En Edición]★

Capitulo 28

El asesino camino lentamente al Este, tomando a un chico de 15 años delgado y con el cabello rizado rojo como la sangre.

— ¡Oh árbol sagrado, acepta ese sacrificio que humildemente te ofresco! — gritó en alto mientras tomaba la cuerda atandola a uno de los pies de su víctima, para después alzarlo varios centímetros del piso — ¡Que el poder del Aire envuelva la sangre que está por ser derramada, trayendo consigo el poder del aliento de vida!

Dicho eso tomó un cuchillo y cortó completamente la garganta del inconciente chico.

La sangre fluyó callendo muy lentamente mientras una corriente de aire envolvía cada gota.

El piso comenzó a removerse mientras las raíces del árbol absorbieron la sangre de una forma voraz.

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Patrick aún intentaba hallar la forma de pedirle a Agnes que desistiera de sus planes, cuando la cabaña comenzó a temblar.

— Es tarde, — dijo la bruja sonriendo — ahora nadie podrá frenarme...

— ¿Qué haz hecho? — inquirió el chico acercándose peligrosamente a su madre.

— Nada de lo que tengas que enterarte, adiós Patrick.

Dicho esto levanto la mano borrando la figura del que alguna vez fue su hijo.

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Alfred y Derek contaban a grandes rasgos lo que habían encontrado a la orilla de la carretera, el cómo Darío había llamado a su padre, pero lo más importante, el porqué estaban ahí.

— De ninguna manera, — exclamó Jackson mirando con asombro como ambos chicos le pedían encontrar a Darío usando un hechizo — ¡¿Se han vuelto locos?!

— Es la única solución que tenemos Jack... — contestó Alfred al borde del llanto, no por tristeza, sino de impotencia.

— Jack, solo tú puedes hacerlo — dijo Derek mirándolo fijamente.

Jackson miró a su hermano con indignación, no había olvidado todas las palabras que le dijo, tampoco el fuerte golpe que le dió, ahora él estaba solicitando su ayuda de una forma tan descarada.

— ¿Ahora si necesitas de mi no? — cuestionó con odio el menor de los Haven.

— ¿Enserio te importa más tu estúpido enojó a la vida de un inocente...? — respondió Derek caminado hasta él y mirándolo fijamente.

— No sé que está pasando aquí, pero aléjate de Jack — sentenció Lucas al ponerse entre ambos hermanos.

Derek volteó a ver a el novio de su hermano y cuando estaba a punto de lanzar un golpe la voz del padre de Darío resonó por fin.

— No sé que está pasando entre todos ustedes, tampoco sé cómo piensan encontrar a mi hijo, — se arrodillo llorando — solo les pido que me ayuden a encontrarlo...

En ese momento la mansión comenzó a temblar tumbando algunas pinturas y adornos que tenía la mansión.

Jackson y Derek se miraron confundidos, era la misma energía que habían notado antes, los mismos temblores mágicos de hace un mes.

— Debemos ponernos a salvo... — dijo Lucas jalando a Jackson debajo del marco de una puerta.

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Cuando la tierra dejo de moverse el profesor Moore se encaminó a el Sur, dónde estaba la fogata.
Ahí se encontraba una chica de apariencia de 22 años, cabello negro y apariencia asiática.