Capitulo 38

124 29 7
                                    

N/A: Foto de Patrick en multimedia.

★★★


Bratt cayó al suelo de una forma extremadamente hábil, evitando salir lastimado a toda costa.

— Para ser tan vieja golpeas muy bien — dijo Bratt mientras se ponía en posición de ataque — Veamos que tienes, anciana...

Agnes sabía que quería provocarla, hacerla enfadar para que perdiera la concentración, pero ese era un truco que no funcionaba en ella.

— Te arrancaré el corazón y dejaré tu cuerpo a las aves del cielo...

La pelea fue intensa, Bratt apenas podía esquivar los ataques de Agnes, la Bruja no solo era rápida sino también muy fuerte. Intentó atacarla con el cuchillo, pero la piel de esa mujer parecía ser inmune a ese tipo de arma, también intentó usar sus habilidades de velocidad, pero nada parecía funcionar.

Todo se complicó cuando en uno de esos intentos por golpearla Agnes tomó su puño y le rompió el brazo sin ningún tipo de problema.

— Eres muy bueno es esto, — admitió la Bruja — pero yo he tenido siglos de práctica.

Fue así cuando en un rápido movimiento Agnes perforó el pecho de Bratt tomando así el corazón del chico ya agonizante.

— Fin del juego niño...

Cuando Agnes se disponía a acabar con Bratt unas fuertes enredaderas la apartaron del albino con una fuerza impresionante.

Bratt cayó al piso al borde de la inconsciencia.

— No es tiempo de dormir Bratt, — dijo una voz infantil — tienes que sacar a Alfred de aquí, yo me encargo de ella...

De pronto vio a una extraña niña de cabello rubio muy claro, está se inclinó y comenzó a sanar el cuerpo del Albino a una velocidad asombrosa.

— Deben irse, ¡ahora!...

El mayor asintió sin saber bien quién era esa chica, pero reconocía esa voz, era la misma que detuvo a Alfred unos días atrás cuando su poder lo consumía; como pudo se levantó y ágilmente cargó a Alfred subiéndolo a su auto.

— ¿Qué hay de ti? — preguntó Bratt mientras encendía el auto y ponía la reversa.

— Yo iré en cuanto me deshaga de...

No pudo terminar la frase pues una enorme bola de fuego la impactó haciéndola retroceder unos cuantos metros, Bratt entendió que ya no había tiempo para ayudarla, debía poner a Alfred a salvo.

************

Moore dejó de alimentar las llamas que quemaban a el menor de los Haven, su magia flaqueó en el instante que sintió las balas impactar su pecho, todos habían sido certeros, y en otras condiciones, mortales.

La autora de los disparos corrió velozmente hacia él para a terminar con el trabajo, pero el profesor con la poca conciencia que le quedaba se teletrasportó a otro lugar.

Sin el malvado Brujo ahí, todos pudieron moverse otra vez, incluso Jackson calló al suelo aun ardiendo y gritando.

— ¡¡¡Rápido un manta!!! — gritó Mouse mientras la madre de Bratt se acercaba rápidamente extendiendo su mano.

La albina comenzó a canalizar su poder, haciendo a Jackson inmune al fuego por un momento, permitiendo así que las llamas se apagaran.

Cristhian y Derek agradecieron a la mujer mientras Helena y todos los demás buscaban a Moore por los alrededores.

CAOS  ★[En Edición]★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora