Capitulo 5

397 68 5
                                    

Entre lágrimas y sollozos Jack termino la ducha, era doloroso para él recordar aquello. Perdió a la única persona que una vez amo, ese nudo tan característico se instaló en su garganta; no debía deprimirse ahora, debía ser fuerte y seguir adelante. Salió de la ducha y se vistió, su nueva ropa lo hacía lucir algo raro, se observó en el espejo...

— No me veo tan mal...

Tomo su teléfono y observo las cuatro llamadas perdidas de Helena, oprimió llamar y espero a que contestara.

— Buenos días Helena — dijo Jack bajando las escaleras de la mansión — ¿ha ocurrido algo?

— Buenos días Jackson, — dijo la mujer correspondiendo al saludo — afortunadamente no ha ocurrido nada malo, pero, me habías pedido contactar a todos los líderes de los aquelarres, todo está listo, solo necesitamos que pongas una fecha para la reunión...

— Perfecto, diles que en unas horas los veo aquí en la mansión — caminó hacia la salida — prepararé el salón para recibirlos, por favor trae a tu Mamá.

— Está bien, estaremos ahí en unas horas, hasta luego Jackson — diciendo esto termino la llamada.

Observo la mañana tranquila y pacífica, por lo menos ya tenía otra cosa menos por qué preocuparse. Tal vez las cosas iban a estar un poco más fáciles de lo que imaginó. Su estómago le reclamaba por algo de comida, pero estaba muy cansado como para cocinar; decidió entonces ir a desayunar fuera de casa.

**********

Thomas estaba caminando por los pasillos junto con Samantha, eran ya las diez de la mañana y faltaba que tocara el timbre.

Thomas estaba caminando por los pasillos junto con Samantha, eran ya las diez de la mañana y faltaba que tocara el timbre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— El señor Mars sí que tiene una idea muy equivocada de la palabra tarea — dijo la chica con fastidio.

— No es tan malo, solo tenemos que hacer el ensayo de diez mil palabras y listo — le contestó el sonriendo.

— Claro, para ti es sencillo, no eres él que tiene que inventarse unas vacaciones que no ha tenido — posó dramáticamente.

— No seas exagerada, yo tampoco he salido mucho — abrió su casillero metiendo los libros y sacando otros.

— No soy exagerada, tengo cinco años de no tomar vacaciones — suspiró — teníamos que cuidar a mi abuela...

— Correcto, por cierto, ¿cómo sigue? — siguieron caminando.

— Ella está mucho mejor, ya habla y come sola — dijo ella sonriente.

— ¿Enserio? — pregunto él asombrado — pensé que su enfermedad era crónica y degenerativa...

— Lo era, pero se curó — respondió ella feliz.

— Me alegro por ti Sam, eso explica con quien hablaba tu mama ayer — dijo el pensativo.

CAOS  ★[En Edición]★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora