capitulo 12

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Después de realizar el hechizo de protección en los chicos, Jackson y su hermano continuaron charlando con ellos. La tarde se fué rápido entre risas y miradas asesinas que Jackson le daba a su hermano por contar experiencias vergonzosas de él. Derek disfrutaba vengarse de esa forma de su hermano.

Alfred sonreía y se reía de vez en cuando, no era que cada una de las experiencias de ese trio no fueran divertidas o que no quisiera reír: más bien dentro de sí, era consciente de las situaciones que se le venían encima.

Thomas miraba como su hermano en momentos se quedaba pensativo, él intentaba adivinar porque estaba tan serio, tal vez se hacía una idea, pero no estaba del todo seguro.

En cambio Lucas miraba a Jackson con cierta curiosidad, el chico era más de lo que pudo imaginarse en esas ocasiones que lo vió, también estaba maravillado de las habilidades que poseía: el poder silenciar una persona con solo decir algo, el invocar a los muertos, incluso el inmovilizar a un pequeño grupo de personas, todo eso había sido algo grandioso de ver.

Era como presenciar en la vida real lo que había visto en tantas películas. Sin embargo, también se preocupó un poco por lo que esos chicos les dijeron. ¿estaban en peligro? ¿hasta qué punto podían salir bien librados de esos problemas que tenían ese trio?

Eran ya las nueve de la noche cuando los Haven y Mouse se retiraron; el viaje fue silencioso, Mouse iba en el auto de Jackson, este miraba la expresión preocupada del menor, algo no estaba bien...


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La mañana llego más rápido de lo que Alfred hubiera querido, Thomas ya se encontraba desayunando junto con Lucas. En unos minutos el mayor de los tres llevaría a su hermano al colegio privado donde estudiaba para luego llevarlo a él ante el abogado para la cita de la lectura de testamento.

Estaba nervioso, preocupado e incluso molesto por no poder posponer todo y descansar un poco: esos días no habían sido los mejores, no había dormido muy bien y tampoco había tenido tiempo de hacer las tareas de la preparatoria.

Su estrés mayor era el no poder solventar los gastos de su casa: su papa trabajaba como supervisor en una de las empresas internacionales que había en Soul Note, el sueldo era muy bueno.

Pero cuando el padre Lucas se acercó para dar la noticia de la muerte de su padre a la empresa, esta trato de deslindarse de pagar el seguro de vida que su padre tenía. Eso solo quería decir que irían a una batalla legal para poder recibir lo que por ley debieron darles por su padre.

Afortunadamente el papa de Lucas había ofrecido su ayuda en lo que les hiciera falta, eso tenía que agradecerlo, ya que ese señor fue el único amigo de su padre que se ofreció a ayudar.

Con solo 800 en efectivo sabía que no iban a sobrevivir mucho tiempo, el colegio de Thomas era muy caro y que no decir los gastos de la preparatoria y la casa.

Solo deseaba que entre todas las cosas que dejo su padre hubiera dejado alguna cantidad de dinero o tendría que buscar con urgencia un trabajo.

— ¿Estás seguro que no puedo ir? —preguntó Thomas por cuarta ocasión en lo que iba de la mañana.

— No, ya te lo dije, me especificaron que solo alguien mayor de edad podía venir conmigo —contestó Alfred algo exasperado—, sabes que si pudieras hacerlo vendrías conmigo, pero no puedo llevarte.

El mencionado solo bajo la mirada enojado por la situación. Era desesperante ver como su hermano tenía que lidiar con esto sin su ayuda. Unas lágrimas amenazaron por salir, pero él las retuvo, tenía que ser fuerte tanto para su hermano como para sí mismo.

CAOS  ★[En Edición]★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora