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El palacio se encontraba ocupado tratando de salvar a Cassie, Snær le proporcionó el calor que necesitaba pero no era suficiente por el momento, baños calientes y frazadas suficientemente esponjosas para brindarte aquel calor que necesitas no bastaban después de estar casi toda una noche en el bosque cubierta de nieve.
-¿Dónde está?- preguntó el Dios del engaño buscando por todas partes de una manera desesperada.
-Esta en la sala de curación querido- dijo Frigga tratando de tranquilizarlo -Se encuentra bien- añadió regalándole una sonrisa esperando que por lo menos pudiera tranquilizarse.
-Sé que no es verdad, sé lo que pasó, debí confiar en mi instinto- Loki se desesperaba con cada minuto que pasaba.
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Sabía que estaba en sala de curación, podía sentir el calor por los baños calientes y las frazadas, estaba tan débil que no podía moverme, supongo que en el momento que me encontraron tenía algo de adrenalina.
-Su vientre ha crecido demasiado, pronto estará en labor de parto- escuché a una de las enfermeras hablar con su compañera, había mucho movimiento en la sala, tanto que me abrumaba.
Tomé mis fuerzas para mover un brazo y tirar algo de la mesita y con demasiado esfuerzo pude hacerlo -Por las barbas de Odín, ha despertado- abrí los ojos con pesadez, un montón de enfermeras o curanderas me observaban atentamente.
-Dejen pasar al Príncipe Loki- mi corazón dio un pequeño brinco al escuchar su nombre, no sabía si estar feliz de tenerlo aquí o preocupada porque había desobedecido.
-Por los dioses Cassie, en que demonios estabas pensando- su voz preocupada y sus ojos llorosos me hicieron sentir culpable.
No sabía que decir, sentía una gran culpa por lo que había ocurrido, esto pudo terminar en algo peor.
-Sentí que te perdía, te dije que me esperaras- decía tratando de mantener la compostura, yo sólo podía murmurar lo mucho que lo sentía -Pero he ganado el trono, Jotunheim está en mis manos, pero no iré a gobernar a ese lúgubre lugar- añadió cambiando de tema de una manera radical, observando aquel brillo en sus ojos, sus ansias de ser rey se desmoronaban.
-¿Y que pasará?- pregunté pero el no dijo nada, solo recibí un beso de su parte.
-Haré que te lleven a nuestra habitación, necesitas estar cómoda- desvió su mirada a mi evidente vientre -Tienes que descansar para la llegada de este pequeño- añadió mientras acariciaba mi abultado vientre.
Loki dio ordenes para que me trasladaran a mi habitación, estaba ansiosa por irme de aquí, no podía soportar en que me viesen sólo en un simple camisón, sabia perfectamente que Loki estaba molesto, tal vez decepcionado de lo que hice, al estar en la habitación el simplemente se sentó a mi lado.
