¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasó una semanas y algunos días, mi pancita era aun mas visible, no podía agacharme con facilidad, todo parecía estar en tranquilidad, nada me perturbaba, la nieve cubrió a Asgard, parecía irreal, podía sentir pataditas de mi pequeño sé que el podía sentir el frío que hacía y estaba seguro que eso lo hacía feliz.
-Al parecer las curanderas dicen que podrás dar a luz en unos días o la próxima semana- me sorprendí de lo rápido que pasó el tiempo.
-Por los dioses, al fin podré conocer al pequeño cubito de hielo- reí sobando mi pancita.
-Padre de todo planea mandarnos a Jotunheim en estos días- mi felicidad se derrumbó al escuchar eso, seguía pensando que el viaje a Jotunheim era una mala idea.
-Había olvidado todo eso- dije algo triste -Por favor ten cuidado, tienes que regresar y apoyarme en el parto- añadí tratando de no mostrar mi desilusión, el asintió besando mi frente.
-Príncipe Loki, su hermano y su padre lo esperan en la sala del trono- ambos nos miramos sin saber que pasaría o si esta sería la última vez que nos veríamos.
Loki tomó mi mano y me llevó junto con él, caminamos en silencio, algo no me pintaba nada bien, nos abrieron la puerta que conducía a la sala -No podemos irnos ahora padre- escuchamos a Thor quejarse por lo bajo.
-Ellos están atacando Asgard, tenemos que hacerlo antes que sea tarde- respondió con seguridad el rey de Asgard.
Ambos se percataron de nuestra presencia, tenía un nudo en la garganta, se iban hoy, que se supone que haría yo sola, embarazada y aburrida -¿Nos iremos hoy?- preguntó Loki confundido -Pensé que aplazaríamos esto, no puedo dejar a Cassie sola.
-Bueno entonces deja que los Jotuns ataquen Asgard y asesinen a Cassie mientras duerme- Loki apretó su mandíbula, estaba tan molesto que de no contener su ira volaría el palacio en un abrir y cerrar de ojos.
-Entonces yo iré con ustedes- dije decidida -No aceptaré un "no" por respuesta, ellos quieren asesinarme, si te vas les harás el trabajo fácil- Loki sólo pellizcó el puente de su nariz, estaba acabando con su paciencia y eso que él no contaba con una.
-Podrías verte Cassie, estás embarazada, a penas y puedes agacharte a recoger algo, no lo tomes personal, pero no dejaría que fueras por ningún motivo- tenía razón pero aun así eso me molestaba demasiado y seguiría en la misma postura, no aceptaría un "no".
Hubo una tensión en la sala, nadie dijo nada, sabían que esto era entre Loki y yo -¿Y que quieres que haga? esconderme en aquel cuarto hasta que llegues o me digan que has muerto, eso es lo que quieres- me estaba exaltando -Llévame contigo, Thor sabe que estoy en lo correcto- el Dios sólo alzó sus manos en señal de que no quería problemas
Antes de que Loki dijera algo salí de ahí, no quería decir algo de lo que pudiese arrepentirme, uno de los guardias me siguió hasta mi habitación, cerré la puerta con fuerza, comencé a buscar alguna cosas que pudiese utilizar en el invierno, tomé algunos vestidos de invierno, capas y algunos guantes -Por qué llevo cambios, no tendré el lujo de cambiarme- murmuré molesta, tomé un vestido blanco y una capa de color carmín, las zapatillas no me eran de gran ayuda pero era cómodas, me coloqué los guantes y antes de salir me topé con esos ojos esmeralda.
-No vas a ir- sentenció antes de que pudiese decir otra cosa, esta vez lo decía muy en serio.
-Puedes dejar de ser tan sobre protector- el soltó una risa burlona al escucharme.
-¿Crees que estoy siendo exagerado? piensa un poco Cassie, estás embarazada no es cualquier cosa- alzó la voz, traté de contener las lágrimas.
-Bueno y tu crees que ir a pelear por un maldito trono y morir en el intento es poca cosa- estaba a punto de soltar el llanto -Déjame ir contigo, por favor, así podré estar tranquila.
-Lo lamento, pero no- me besó y salió de la habitación, ese cabrón me iba a dejar sola, salí al balcón y pude ver como guardias estaban esperándolo en su caballo, Thor estaba ahí esperándolo de igual manera. En cuanto Loki salió y montó su caballo no tardaron en irse.
-Hijo de agh... maldita sea- tenía que pensar en mi escape, tenía un guardia cuidando de mi las veinticuatro horas del día. Salí nuevamente al balcón asegurándome de que ya estuvieran algo lejos, miré hacía abajo viendo la altura -Esto lo vi en películas, espero funcione- tomé varias sabanas y las amarré, atoré una parte en la pata de la cama y lancé lo demás fuera del balcón.
Una caída así y podría costarme varias cosas, una de ellas mi hijo, suspiré y comencé a bajar, rezaba por que nadie me viera escaparme de mi habitación , una vez que sentí el crujir de la nieve me solté de la sábana, corrí a las caballerizas, sólo quedaba la yegua que Loki me regaló -Pórtate bien ¿quieres?- dije tranquila acariciando a Snær -Tienes que llevarme a donde Loki, sé buena chica- parecía que me escuchaba ya que movía su cabeza arriba y hacía abajo como un "si"
Tardé un tiempo en arreglar todo lo que necesitaba, estaba lista para Montar a Snær hasta que escuché unos pasos «mierda»
-Tranquila cariño, soy yo- Frigga hizo presencia con una canasta con comida y agua -Sé tu preocupación y entiendo el motivo de tu viaje, se cuidadosa- se acercó y me abrazó, sentí su preocupación pero también el animo que me daba.
-Seré totalmente cuidadosa- le prometí.
Monté a snær después de guardar la comida y el agua, salimos tranquilo, sabía que Snær encontraría el camino, me coloqué la gorra de la capa, los guantes hacían que mis manos no se congelaran del frío extremo.
Sabía que íbamos por el camino correcto porque veía las pisadas de los caballos de la realeza y sobre todo de Sleipnir, cruzamos por el bosque, del cual desconfiaba no sabía lo que me depararía por aquí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.