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Quedé conmocionada ante aquel hecho, estaba obscureciendo y aquellos hombres habían llevado a esos chicos dentro de una cabaña, esperaba que nada malos les pasara ahí dentro, mi atención se fijó en el obscuro bosque, preguntándome miles de cosas.
¿Qué diablos es esa criatura?
-!Déjenme ir!- un grito acompañado de desastre proveniente de la cabaña que estaba a mi lado, llevaban al amigo del chico que habían golpeado con aquella roca
-Diles que se detengan, sólo queremos salir de este lugar- me exclamó desesperado, dos hombres lo golpearon repetidas veces mientras los demás levantaban un tipo de cruz.
Sin embargo había entrado a un tipo de shock al ver lo que sucedía, mi corazón latía con fuerza y sentía un hormigueo recorrer mi cuerpo, impidiendo moverme.
Ataron al chico de pies y manos, lo levantaron entre varios hombres ¿Qué mierda estaba presenciando? el chico que me había pedido ayuda observaba atónito al igual que yo, mi mirada se dirigió al bosque al escuchar unos pasos agigantados haciendo que los árboles se movieran con brusquedad, todos se inclinaron en signo de reverencia, una criatura enorme de mas de 6 metros de alto abarcaba paso entre los árboles, su aspecto lúgubre y macabro hacía que me sintiera horrorizada, se acercó al chico colgado lo tomó con sus manos grises y lo clavó en la copa de un árbol muriendo instantáneamente.
Quería gritar del horror pero el mismo shock me lo impedía, me levanté sigilosamente dirigiéndome a la cabaña donde se encontraba el otro sujeto, busqué en las puertas para ver si daban con algún cuarto hasta que el sonido de un arma me puso en alerta
-Aléjate de mi - advirtió aquel muchacho nervioso, podía ver que su pecho tenía la misma marca que yo -Aléjate o no dudaré en dispararte- alcé mis manos en modo de darle a entender que estábamos en la misma situación
-Estamos en la misma posición, si me disparas no podrás salir de aquí solo- respondí rápidamente.
Tal vez si podría salir por su cuenta pero no quería que este tipo me apuntara con un arma por horas.
Se escuchaban rezos y voces en una habitación de arriba, ambos subimos y al abrir la puerta un olor a putrefacción inundó nuestras fosas nasales, eran cadáveres rezando a una cosa, aquel hombre tomó una antorcha que iluminaba el lugar y prendió fuego en aquellos cuerpos, chillidos se escuchaban en toda la cabaña que juraría que perforarían mis tímpanos, ambos bajamos asustados, salimos de la cabaña y una chica se acerca a nosotros aterrorizada.
-Ya viene- susurró aterrorizado, su expresión desencajada me hacía entender que algo malo estaba por suceder.
-¿Quién viene?- pregunté en el mismo tono de voz, mirando hacía el bosque, hasta que a lo lejos podía ver como la copa de los arboles se movían.
-El hijo bastardo de Loki- mi sangre se heló por completo, miré nuevamente hacía el bosque y ahí estaba nuevamente aquella criatura, se acercaba a nosotros con rapidez, tomé de la mano a aquel chico sin pensarlo y corrimos hacía el bosque.
