¿Qué pasa si el mejor sexo de tu vida acaba siendo tu jefe?
Selena vive en la ciudad con su mejor amiga, su vida consiste en compaginar sus estudios con su trabajo. Nada del otro mundo, pero cuando el hijo del dueño del cabaret en el que trabaja, Da...
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Cómo no me había dando cuenta, una cosa es ser distraída y otra muy diferente es ser estúpida. Jack es el tipo de persona que si ve a alguien ahogándose, le choca la mano por cortesía y ya, nada más. Pero él había decidido ayudarme, había pagado la deuda por mi y siempre que podía intentaba sacar conversación conmigo, llevarme a casa o simplemente estar sentado ahí mientras yo trabajaba. No sé en qué punto del año se empezó a interesar en mi, o qué hay en mí para que esté interesado, pero solo siento como si me estuviera metiendo en un problema detrás de otro y este ni siquiera me lo he buscado yo.
¿De verdad él me está pidiendo que olvide a alguien saliendo con él? ¿Hay alguien en el mundo que haría algo así? Si supiera que es su hermano de quién me quiero mantener alejada ¿Aún estaría dispuesto? Salir con alguien que sabes que le gusta otra persones como ir a ver una película sabiendo el final. La persona que me gusta seguramente lo único que siente es atracción o la adrenalina de estar con una persona que no es tu pareja, y la persona a la que le intereso no provoca en mi las sensaciones que provoca la primera persona.
Termino de preparar mi café con leche y el zumo de naranja de Sam mientras intento buscar una solución sensata a todo lo que hay a mi alrededor.
—¡Vaya, vaya! Mi bella durmiente está despierta y ha preparado el desayuno y todo.—Sam entra en la cocina y me da una cachetada en el trasero y yo se la devuelvo.
—No te acostumbres.
—No pensaba hacerlo, esperar que te levantes todos los días pronto es como esperar que un mujeriego no te rompa el corazón.—se burla y se sienta para empezar a untar mantequilla en su tostada. Por alguna razón lo que ha dicho Sam hace que agache la cabeza para disimular una mueca. De eso tengo miedo, tengo miedo de salir con un corazón roto. Antes al menos podía obligarme a estar alejada para que Malcom no le hiciera nada, pero ahora mi única excusa es el miedo y que tiene novia. Lo cual debería ser mas que suficiente, pero no lo es.—¿No vas a comer?
—No tengo apetito.—contesto y juego con mi taza de café con leche. Siento como si se estuviera preparando para interrogarme así que hablo antes.—¿Qué tal con Liam?
—¿Te puedes creer que su casa está llena de posters de Adam?—dice entre risas.
—¿El cantante?—asiente aún riéndose.—No sabía que tiene tan buen gusto.
—Le intentó echar la culpa a su hermana pequeña, pero se ve que ella ni siquiera soporta ver su cara. Tenías que haberlo visto, estaba muy mono cuando vi esa pared llena de posters.—la manera en la que habla de él me hace sentir que no soy la única que se está metiendo en un nuevo lío.
—¿Y ese brillito en los ojos?
—¿Te refieres a las lagañas?—ruedo los ojos y hago un chasquido con la lengua.—Por cierto ¿Has hablado con el jefe o has sabido algo más de él? Dicen que está en otra ciudad a saber porqué.—niego.
