DamiánTiffany no deja de mover su cuerpo al ritmo de la música, he de admitir que tiene un muy buen cuerpo del que solía disfrutar mucho y de no ser por cierta persona que no quiere dejar mi cabeza y mis pensamientos Tiffany y yo habríamos estado en mi casa follando hasta la madrugada. Selena no sale de mi cabeza y sus palabras tampoco ¿Realmente ella y Jack hicieron algo esa noche? ¿Estará con él ahora? No es el momento de comerme la cabeza de esta manera, ademas no somos nada, ella es libre de hacer lo que quiera y yo también, el problema es ¿Porqué no puedo? Masajeo mi cabeza y le regalo una sonrisa de boca cerrada a Tiffany. Me imagino que es Selena quien está bailando, que es ella quien mueve sus sensuales caderas para mi, aunque decido dejar de hacerlo, lo ultimo que quiero es que se me ponga dura justo en este momento. Le doy otro trago a mi vaso de whisky. Tampoco es justo para Tiffany, no sería justo para ninguno de los dos.
—¡Sonríe!—Tiffany grita por encima de la música y el flash de su teléfono golpea mi cara. Pongo los ojos en blanco, ella nunca desperdicia alguna oportunidad para presumir de que estamos, juntos. En otro momento me habría sido indiferente, pero ahora no tengo ni un poco de humor para estas tonterías.
—Me voy—aviso mientras me levanto y cojo mi chaqueta. Ella se aferra a mi brazo y se levanta. Me dedica una mirada suplicante.
—Solo esta noche, por favor.—en ese momento me doy cuenta de que no me está pidiendo que me quede por sexo.
Como puedes ser tan idiota, Damián. Miro sus ojos llenos de tristeza. Hoy se cumplen dos años desde la muerte de su hermana mayor. Tiffany es una persona fuerte, nunca la había visto llorar hasta ese día, e incluso en ese entonces solo se permitió llorar enfrente a mi, pero después se limpió las lágrimas y le sonrió a su hermano pequeño diciéndole que todo iba a ir bien. Meses después ella empezó a adquirir está actitud que tiene ahora y yo mejor que nadie se que lo hace solo porque quiere olvidar. Todos tenemos algo que queremos olvidar.
—Tiffany—susurro su nombre con dulzura y la atraigo a mi para abrazarla. Acabamos sentandod en el sofá y ella tumba su cabeza sobre mi hombro. Acaricio su cabeza y la culpabilidad me invade cuando comparo el olor fuerte de su perfume con de Selena. Como echo de menos su aroma. Cierro los ojos intentando dejar la mente en blanco.
—¿Damián?
—¿Mmm?
—La foto que tomamos antes ¿Puedo subirla a las redes?—mi primer instinto es decir que no, pero es la primera vez que me pide permiso y ademas hoy es un día especial.
—Está bien.—susurro sin abrir los ojos.
Estoy lo suficientemente familiarizado con la sensación de extrañar a alguien a quien no puedes buscar, a quien no puedes ver más, así que la empatía con Tiffany en ese ámbito es lo último que me falta. No importa cuántas veces vayamos a esperar en la puerta o cuántas veces vayamos a rezar, ese alguien nunca vuelve. Cuando ese alguien se va solo queda lugar para conversaciones imaginarias en nuestras cabezas.
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Shameless
Romance¿Qué pasa si el mejor sexo de tu vida acaba siendo tu jefe? Selena vive en la ciudad con su mejor amiga, su vida consiste en compaginar sus estudios con su trabajo. Nada del otro mundo, pero cuando el hijo del dueño del cabaret en el que trabaja, Da...