Selena.Me miro en el espejo fijamente. Sé que soy guapa, normal, quizá. Puede que no tenga unas piernas más largas que las de Tiffany, ni su edad, ni su dinero, pero yo también tengo lo mío. Intento convencerme. He borrado ya el maquillaje que me hecho en las ultimas horas, no está bien. Tengo que parecer más madura. Empiezo con el maquillaje desde cero e intento no ponerme nerviosa por lo rápido que pasa el tiempo y lo poco que queda para que sean las nueve de la noche. ¿Me pregunto si Jack también estará ahí y si es así con quién vendrá? Dios, Selena, a ti qué te importa si va a estar o con quién va a ir. Realmente espero que este con alguien, que sonría y que se lo pase bien, después de todo estaré con Damián y no quiero ser la razón que estropea su noche.
—Selena se puede saber qué te esta tomando tanto tiempo.—Sam entra a mi habitación y pone una mano en su frente desesperada al ver que me he vuelto a quitar el maquillaje.—No puedo más contigo, dame eso.—me quita las brochas de la mano y empieza a hacer magia con mi cara con todos los productos que hay. Intento mirarme en el espejo pero me aparta.—Lo verás cuando acabe y no te lo vas a quitar, ¿entendido?.
—Pero es que...
—¿Entendido?—vuelve a repetir.
—Valee.
—Así me gusta. No entiendo porqué te empeñas en que no te queda bien.
—Por Dios Sam, ni que no hubieras visto a esa Tiffany. Además en la cena del otro día me insinuó que era una simple "jovencita".
—¿Todo este drama es por la tal Tiffany?
—No es por ella, es que...Estoy siendo muy tonta ¿Verdad?
—¿Sinceramente?—asiento—Demasiado. Se nota que le gustas al jefe y le empezaste a gustar sin pretender ser alguien que no eras, así que ahora no tienes que cambiar por nada ni nadie.
—Joder Sam, porqué siempre tienes que tener razón, te quiero mucho y gracias.
—Idiota.—Sam sigue a lo suyo arreglando el desastre de mi cara.—Y ya casi estamos, puedes mirar ahora.—me miro en el espejo.
Joder. Nunca me había visto tan bien en mi vida. Sam ha logrado destacar mis ojos delineándolos con un fuerte lápiz de color negro y mis labios los ha pintado con un granate oscuro. Mi piel brilla, mis ojos también, y yo por dentro también. No puedo esperar a que Damián me vea.
—Sam estoy...No se que decirte.
—Estás preciosa. Ahora toca el pelo, el vestido es de espalda al aire, así que te lo voy a recoger.—yo solo asiento.
Por último me meto dentro del vestido y Sam me ayuda con los últimos detalles. Finalmente con todo en su sitio me miro una última vez en el espejo, parezco otra Selena. Paso mi mano por el vestido quitando las arrugas inexistentes. Mi móvil vibra y lo cojo a la velocidad de la luz. Es un mensaje de Damián.
—Sam ya está aquí.—digo nerviosa. Dios, parece que me vaya a casar. Una imagen nuestra pasa por mi mente y sonrío internamente. Quizás algún día.
—Ten cuidado y no llegues pronto.—Sam me guiña un ojo, le lanzo un beso y empiezo a bajar las escaleras.
Al llegar abajo lo veo de espaldas con las manos en los bolsillos. Me permito unos segundos para mirarlo, el traje le hace un buen culo, pero sigue sin hacerle justicia a todo lo que hay debajo de esa tela. Cálmate por favor. Le ruego a mi corazón. Damián se da la vuelta sin previo aviso y mi corazón vuelve a dar un vuelvo por lo guapo que está. Si llevara la cuenta de cuantas veces he pensado que este hombre me iba a volver loca, probablemente llegaría a más de mil.
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Shameless
Romance¿Qué pasa si el mejor sexo de tu vida acaba siendo tu jefe? Selena vive en la ciudad con su mejor amiga, su vida consiste en compaginar sus estudios con su trabajo. Nada del otro mundo, pero cuando el hijo del dueño del cabaret en el que trabaja, Da...