CAPÍTULO 3

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Esperamos para conocer a Hoseok en una sala larga y en penumbra. La cola es más corta de lo que me esperaba, sólo hay un par de adolescentes que revisan los selfies de su móvil.

Una mujer con un portapapeles en la mano nos toma el nombre y coge nuestros billetes de diez libras arrugados. 

–Vale. Vamos bien de tiempo. Vuelvo enseguida.

Se va con las otras chicas de los selfies por una puerta que hay al fondo. Estiro el cuello para ver si logro vislumbrar a Hoseok, pero van demasiado rápido.

–No me puedo creer que esto sea real. –Wonyoung me estruja la mano. 

–¡Lo sé! –respondo.

–¿Estoy guapa?

–Claro que sí –respondo, sin mirarla.

–¿Crees que Hoseok habrá oído hablar de mí?

In se echa a reír.

–Ni de broma, es una superestrella, ¿te crees que anda leyendo cualquier fanfic de una aspirante a Sally King?

–Gracias por tu opinión, pero a ti no te he preguntado nada –replica Wonyoung en tono ácido–. Y, para que te enteres, no me interesa ser como Sally King, la pobre desgraciada se suicidó después de sólo una novela. Yo escribiré una trilogía.

–¡Wow! Tienes un corazón que no te cabe en el pecho –exclama In–. Descanse en paz la dulce Sally King.

–Pero ¿a ti quién te ha invitado a la fiesta, mequetrefe? –Wonyoung le pincha con un dedo en las costillas y In chilla como si tuviera cinco años. Cualquiera que los viera creería que son hermanos.

Vuelve Doña Portapapeles.

–Muy bien, chicos, os toca a vosotros.

Wonyoung nos aparta y pasa primero, taconeando. La seguimos y entramos en otra sala muy mal iluminada. Veo a Lee Hoseok de pie en el fondo, las chicas de los selfies estrujan su tonificado cuerpo, y les rodea la cintura con sus fuertes dedos. Sonríe, y el flash de la cámara ilumina los andamios que hay sobre nuestras cabezas y la lona que tiene a su espalda. La banda sonora de la película, los violines y los tambores me retumban en la cabeza y siento una repentina descarga de adrenalina.

Veo a Kim Chaewon, la actriz que interpreta a Sakura, sentada en un escritorio, charlando con unos guardias de seguridad. Bajo el resplendor esmeralda de las luces del escenario parece incluso más etérea de lo habitual. Sus manos aletean ante su cara mientras suelta risitas chillonas. El pelo le cae por la espalda como una cascada de ondas oscuras y brillantes sin signos de encrespamiento. LLeva vaqueros y una blusa blanca y de pronto me siento como un fraude, con aquella túnica, tratando de hacerme pasar por Sakura. Sé que soy guapa, en mi estilo pálido y peculiar (al menos la gente dice que soy guapa en un estilo pálido y peculiar), pero nunca podría tener la gracia y la delicadeza de los rasgos de Chaewon.

Las chicas de los selfies se marchan. Hoseok bebe un trago de agua, lo que me permite intuir la forma de la nuez, que le sube y le baja por la garganta como la punta de una espada. 

–Disfrutad –dice Doña Papeles, acompañándonos hasta él.

Hoseok nos saluda con un gesto de la cabeza y de inmediato clava la vista en Wonyoung. La semillita de la envidia se extiende hasta ocupar todo mi cuerpo.

Le atraviesa la cara una sonrisa de dientes tan blancos que casi relucen.

–Una hermana gema. No es una elección muy popular, pero si te lo puedes permitir no te cortes, qué coño.

–Sí, ¿verdad? –la risa de Wonyoung es un trino nervioso.

Hoseok se aparta el cabello color caramelo de los ojos y me dedica su atención.

EL BAILE DEL AHORCADO (HyunRi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora