— Luke a veces se comporta como un idiota, pero no tienes porque sentirte mal...ya debes conocerlo. —me sirvió un vaso de jugo, habíamos terminado de hacer un poco de ejercicios...a fuerza, claro está.
— Es que él no es así conmigo, últimamente está demasiado raro...no se como explicarlo. Además, yo se que era porque no quería contarme lo qué pasó con Joshua. A de ser bien fuerte como para que me haya tratado así. No se. —alce y baje mis hombros en señal de que le restaba importancia.
— pero lleva par de días así, no se porque extender tanto un comportamiento que solo uso para safar.
— Orgullo, quizás. Y no soy yo quien tiene que pedirle disculpas y mucho menos buscarlo, pero igual lo haré. —hablé segura y tome un poco de mi jugo
— ¡Carolynn! ¡¿Donde dejaste mi ropa?! —gritó Luke desde lejos para luego entrar a la cocina con solo una toalla rodeando su cintura, demasiado mojado y despeinado. Las gotas bajaban traviesamente por su trabajado abdomen, desapareciendo por el borde de la toalla. No pude evitar mirarlo de arriba hacia abajo y sin razón alguna, su toalla se soltó cayendo al suelo. Mi boca no cayó al mismo lugar de milagros, pero la impresión fue tanta que hasta sentí como se me salían las babas, o el jugo, aún sin querer hacerlo. Rayios, Luke, cada vez me impresionas más.
— ¡AAAAAAAAAAAHH! —gritó Carolynn tapándose los ojos. Para ella fue demasiado traumatizador, ¿pero para mi? Yo mejor me quedo callada.
—¡Demonios, me hubieras dicho que ella estaba aquí! —la recogió tan rápido como pudo y se volvió a tapar esta vez sujetándola bastante bien. Estaba sonrojado. Mis mejillas también habían cogido color, pero más por mis pensamientos que por cualquier otra cosa. Jesús amado, no creo que sea capaz de eliminar esa imagen de mi cabeza.
—Yo...am... mejor me voy. —ahora si estaba nerviosa, ¿donde diablos podía hacer un hoyo y esconder mi cabeza como si fuera avestruz? Lo necesitaba en estos momentos.
— ¡No, espera! — Luke sujeto suavemente mi brazo tan pronto vio que me acercaba a la salida, con la mano libre seguía sujetando la toalla. La cercanía y su acción me estaban descontrolando. Hormonas, quietas por favor que se trata de Luke, es intocable.
—Mierda Luke ve a vestirte. —lo regañó su hermana aún traumatizada.
— Si, por favor. —supliqué yo.
—Lo haré, pero no te vayas por favor. Necesito hablar contigo en serio.
— Yo también Luke, pero por favor, ponte un maldito pantalón. —deje de mirarlo. Asintió como niño pequeño y de la misma forma subió las escaleras. —Diooooooos. —"grite" en murmuro.
— Es mi hermano, pero hay que aceptar que esta bien dotado. —bromeó, no pude evitar sonrojarme...y si, bien dotado que estaba.
— ¡Tn, sube! —gritó desde arriba. Carolynn levantó sus cejas repentinamente.
— Estupida —dije riendo, le tiré con un paño y subí hasta donde Luke. Se había puesto solo un pantalón de esos que usa para dormir. Tan pronto me vio, me abrazo demasiado fuerte.
— No te imaginas lo frustrante que era verte de lejitos y no poder hacer esto. —pegó a besar todo mi rostro.
— porque no te daba la gana. —aleje su rostro, pero no con brusquedad.
— Si, soy un estupido... exageré un poco.
— ¿Un poco? —alce una de mis cejas.
—Bueno...un poco mucho. —sonrió con pena. — ¿me perdonas? —hizo pucheros.