— ¡Wow, pero que perra mi amiga! —Carolynn se unió a mi entrada al colegio. Me había pintado el cabello, ahora era rubio. Me había maquillado solo un poco y estaba demasiado sonriente. No se porque.
— Como que te ves diferente. Lo extraño es que el sábado Luke y tú desaparecieron y ayer no los vimos a ninguno. ¿Qué pasó? —enredo su brazo con el mío, no pude evitar sonrojarme recordando. Luke se había portado súper bien conmigo, se había quedado en casa hasta el medio día del domingo. Mis padres nunca volvieron hasta hoy en la madruga así que me hizo desayuno y nos quedamos viendo películas.
—No quería volver a tu casa así que se quedó en la mía y tuvimos un domingo de película. —subi y baje los hombros restándole importancia. Ella se quedó mirándome y eso me puso nerviosa.
— ¡Oh por Dios! ¡Te cogiste a mi hermano! —casi gritó, por suerte no había nadie.
— Carolynn, baja la voz. —me tape.
—¿pero es cierto? — pregunto demasiado insistente, suspire y asentí. Aplaudió celebrando pero sin exagerar. — cuéntame, como fue. —estaba emocionada.
— no te daré detalles, loca. —cerré el casillero— solo te dire que fue demasiado cuidadoso, no me lastimo y me cuido siempre. —sonreí.
— Te cuidó, ok, ¿pero y él? ¿Se cuidó? —muy preocupada, la verdad no recuerdo si lo hizo o no, pero no me preocupaba, Luke tenía experiencia en esto.
— Si —para despreocuparla y evitar la charla de prevención.
— ¿y ya? ¿Mataste la curiosidad o que? — yo negué frustrada.
— Quiero más, Carolynn, mucho más —estampe mi frente con el casillero. Esa no era mi meta.
— Quiero más 😫😫 —dijo otro más frustrado. Esto ya fue al medio día, no se habían topado en todo el día, pero luego todos tenían clase de música.
— Dijiste que solo sería una vez. —hablo Alex.
— Si, eso dije, pero me quede con ganas de más. —tiro la pelota de baloncesto al aire y la volvió a atrapar.
—¡¿Te cogiste a Tn?! —casi gritó, Carolynn y él eran tan para cual.
— Callaaaaaaa. —le tiro con la pelota. A diferencia de las chicas, Joshua si había escuchado. — y si, pero nadie debe saber. Solo ustedes porque son de confianza. El rostro de Alex cambió, estaba desanimado.
— al fin, la tensión sexual ya nos estaba asfixiando. ¿Verdad Alex? —lo empujó.
— Si —hablo seco.
— Oye, ¿que te sucede? —pregunto Luke al notar su humor.
—esto se va a descontrolar y terminarás haciéndole daño.
— Jamás le haría daño, despreocúpate.
—mjum.
Para suerte de Alex, el timbre había tocado así que fue el primero en coger su mochila e irse.