CAPITULO 20

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ENCARCELADOS

ADDISON DUTKIEWICZ

EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO.

HORA: DESCONOCIDA.

Una luz cegadora se encendió en frente mía, forcejeé mis brazos pero tenía atada las manos a los apoya brazos y las piernas de las patas de lo que parecía ser una silla. Había una cámara en frente que parecía estar grabándome. La habitación lucía como la de un interrogatorio pero un poco más pequeña. Estaba llena de pantallas, completamente insonora y poco iluminada. También había una mesa donde habían unas fotos mías con Lean tomando un helado.

"El sabor está acaramelado". Nos drogaron a través del helado, ¿Cómo supieron que iríamos ahí?

Una puerta se escuchó abrir y cerrar detrás de mí. Una chica alta con poco cabello color negro y de edad adulta se sentó del otro lado de la mesa apoyando un sobre.

-De acuerdo.- Dijo sacando los documentos de adentro- Veamos que tenemos... Addison Dutkiewicz, nacida el 7 de Abril del año mil novecientos noventa y nueve, hija de padre y madre mexicanos. Cero arrestos, cero delitos, cero asesinatos. Completamente limpia hasta el día de hoy.- Hizo una pausa- Cuénteme, Addison, ¿Le gusta el mundo?

Y dale con eso...

-Sí.- Dije indiferente.

-Pues no parece, nosotros tratamos de darle un mejor mundo, un mejor lugar para vivir donde todos seamos ricos, inteligentes y podamos respirar aire fresco todos los días, donde pueda meterse al río con sus hijos sin miedo a terminar infectada con un virus proveniente de la mugre de éste, un mundo dónde no importe el color de piel o religión sean aceptados como alguien más de la familia. Pero decidió matar a la cabeza maestra de todo este futuro a sangre fría para seguir teniendo un mundo salvaje, mugriento y sin sentido alguno como el que tenemos ahora y tendremos para siempre.- Apretó los dientes y escupió saliva de la boca.

-Yo... no quiero que muera toda una civilización para tener un mejor mundo, podemos cambiar.

-¡NO!- Gritó golpeando los documentos con información mía a la mesa levantándose para acercarse a mí y decirme lo siguiente.- ¡Cuántas veces en las escuelas nos han enseñado a no contaminar! ¡A no ser maleducados y seguimos siendo iguales de basura! ¡¿EH?!- Señaló los documentos y me siguió viendo gritando con enojo.- ¡Este mundo está en las ruinas y tú lo destruyes una y otra y otra vez!- Me dijo mientras tocaba con el dedo índice mi hombro- Ustedes lo destruyen, ¿Por qué no lo reconoces?- Se fue al otro lado de mi hombro y golpeó la mesa- Solo di "Porque somos ignorantes". ¿Es tan difícil de decir?- Antes de que me deje hablar me desató y agarró de la remera- ¡Solo di que no aprenden! ¡SOLO DILO!

La miré feo y con los ojos aguados. Es verdad, algunos no aprendemos a no contaminar por más que nos lo enseñen en la escuela o donde sea.

Me soltó y volvió a atarme, se fue hacia su asiento y guardó los documentos.

-Su novio Leandro Moon está en un estado muy grave y muy probablemente no se salve, lo apuñalaron en una zona demasiado difícil de curar. Los doctores me dijeron una palabra para simplificar lo que dije pero no me iba a entender así que se lo digo así. Su novio probablemente muera.

El mundo ya no existía para mí, quedé absorta viendo el piso imaginándome la vida sin Lean, sin esa sonrisa, sin sus inseguridades, sin sus abrazos acogedores. Lágrimas cayeron por mis mejillas y miré a la mujer.

-Púdranse.

-Y es por esa actitud que odiamos a la gente como usted.- Me sonrió con felicidad.

Desconectado, una mejor vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora