Destinos compartidos

43. Como debe ser

Muy buenas jóvenes y no tan jóvenes. 

Finalmente estamos aquí, en los últimos capítulos de este no tan pequeño proyecto y sin nada más que agradecer que hayan llegado hasta este punto conmigo los dejo con la conclusión de esta historia.

Este es el cap mas largo jamás escrito así que espero lo disfruten

❄🍁

Luego de varios minutos de haber ingresado dentro de aquel gran destello de luces multicolor en la habitación principal, Elsa junto a lo que ella podía asegurar que se trataba de la omnipresencia de Ahtohallan se encontraba intentando localizar y re-establecer su conexión con la magia del quinto espíritu. Sabía que Zhan Tiri con sus bastos conocimientos de magia protegería con recelo su nueva adquisición, pero una peculiar sensación en su interior que la arendelliana sintió algo que le llamaba.

- Puedo sentirlo... el poder del quinto espíritu, está aquí... - en lo que parecía un limbo de luz y de clima helado, la joven de cabello ex-platinado abrió sus ojos y al tener la certeza de que aquel sentimiento familiar se trataba de su magia, comentó para ella misma con una cálida sonrisa en su rostro. Esto le hacía comprobar que pese al arrebato aparentemente perfecto de su magia, jamás lograrían romper una conexión tan poderosa que ella había ganado por derecho de nacimiento: su destino y ese preciso sentimiento era lo que ahora le daba la certeza de que podría recuperar todas sus habilidades.

- "Ah ah ah ah" | Te escucho y aquí estoy... ... -, hablando con cercanía y calidez, Elsa comentó con emoción al escuchar una vez más el recuerdo del canto de su madre, pues sabía que este actuaba como señal y guía de todo lo relacionado a su magia, destino y verdadero ser. - Llegó el momento... ... - segura de sus instintos y de lo que debía hacer, la joven de cabello ex-platinado agregó segundos antes de nuevamente cerrar sus ojos y concentrar toda su vitalidad principalmente en su mente, pecho y manos para así comenzar a reclamar lo que le pertenecía.

En ese momento un destello aún más grande rodeó el lugar, que además de cubrir por completo a Elsa, generó una onda expansiva que recorrió no solo cada centímetro de la habitación sino fuera de este. Acontecimiento que a los pocos segundos llegó hasta donde se encontraba Honey, quien luego de haber conseguido apaciguar momentáneamente al espíritu del viento ya se encontraba frente a la entrada de la habitación principal y al verlo supo de inmediato que algo grande había pasado.

Fue al ingresar que la Northuldra vio como toda la habitación ahora se encontraba cubierta por una amplia neblina a base de copos de nieve que, tal y como había ocurrido en Arendelle, no dejaba visualizar nada más allá de un par de pasos a la redonda; por lo que sin tiempo que perder ni dudas e incertidumbres la joven de cabello castaño comenzó a avanzar en busca de su amada.

- ¿Elsa?.... ... ... ¿Elsa?... ¿eh? | ¡Ay no! también atrapó al príncipe. "No me asusta el peligro cuando hay amor" *muac muac muac* / ugh Anna, los besos no salvarán el bosque... - fue al cabo de un par de metros que Honey se encontró con un nuevo recuerdo que llamó su atención, uno donde se veía a Anna y Elsa jugando de niñas con múltiples muñequitos de nieve y las curiosas cosas que ambas decían causaron un enternecimiento en la Northuldra, especialmente lo que la pequeña de cabello platinado pensaba en ese entonces sobre lo que podría salvar o no a un bosque, encontrando en esa inocente queja cierta ironía al hacer retrospectiva de lo que realmente estaba por traer equilibrio a su hogar.

- Nuevamente hay recuerdos congelados... ... quiere decir que... ¡¿Elsa?! - luego de aquella tierna escena, la joven de cabello castaño comentó para ella misma en retrospectiva de lo que para este punto intuía que significaba la aparición de estos recuerdos congelados, por lo que con una mayor necesidad, la Northuldra volteó por todos lados a medida que avanzaba con desesperación por encontrar a Elsa.