Destinos compartidos

7. Desconocidos

Capítulo siete y finalmente entramos de lleno al plot que, como comenté en un inicio, mezcla la historia alterna de Tangled the series.  Pero como estoy casi segura que nadie la ve 😔, lo redactaré a modo que nadie se pierda en el camino. 

Sin más que agradecer por la lectura, ¡disfruten!

______________________________________________________

- El estruendo se hace más fuerte, debemos estar muy cerca ¿qué crees que sea? - sin dejar de correr entre bosque Honeymaren preguntó extrañada por el inusual acontecimiento viendo de reojo a su compañera, - pensé que tú me lo podrías decir - cuestionó la joven de cabello platinado con un sutil agotamiento luego de correr un par de kilómetros manteniendo un ritmo continuo, cosa que al notar la Northuldra decidió detenerse un momento para permitirse tomar un respiro justo al borde de la vereda que, cuesta abajo, daba vista al río donde finalmente veían al causante del alboroto - es... un gigante de piedra... ¿Pero que está haciendo - desconcertada por la inusual escena frente a ella, comentó la joven de cabello castaño mientras ambas observaban cómo el ser mágico con pasos torpes y movimientos erráticos se agitaba de un costado a otro mientras en su paso tumbaba árboles y hacía grandes boquetes en el suelo; soltando cada de vez en cuando fuertes exclamaciones.

- Algo anda mal... este no es un comportamiento habitual en ellos - concentrada en el comportamiento de uno de sus protegidos, Elsa habló en tono serio mientras prestaba atención a cada detalle que pudiera darle una pista del porqué su comportamiento viendo de reojo como su compañera se posicionaba a un costado suyo - bueno, los espíritus pueden ser... impredecibles a veces | yo más bien diría que somos incomprendidos - comentando un tanto pensativa la Northuldra, la joven de cabello platinado no demoró para responderle con una situil sonrisa melancólica.

Aquella respuesta había sorprendido a Honey, pues esta era la primera vez que la Elsa se incluía de esa manera al referirse en general de los espíritus, por lo que, intentando empatizar con el sentir de su compañera la Northuldra colocó una de sus manos sobre el hombro de quien tenía a lado comentando mientras le dedicaba una sonrisa - bueno, parece que esto entra dentro de tu jurisdicción ¿que hay que hacer? -. Sintiendo el apoyo que le transmitía su amiga y con una creciente determinación a ayudar a los espíritus y al bosque la joven de cabello platinado respondió - primero... acercarnos a él - e inmediatamente creó una improvisada resbaladilla hacía la orilla del río y sin perder ni un segundo dejarse caer en dirección al enorme ser en aparentes problemas, - ...sí, impredecible... - tomándole por sorpresa la acción de su compañera, la próxima líder habló para sí misma con un suspiro mientras se disponía a seguir a quien se le adelantaba sin un aparente plan.

Fue al estar a escasos metros que Elsa se detuvo y concentrándose exclusivamente en el joven gigante de piedra frente ella que seguía quejándose, la chica mágica dio un pequeño pero firme paso con el cual comenzó a crear un pequeño camino de hielo que rápidamente alcanzó la superficie donde el ser se encontraba y una vez listo, ella se disponía a vocalizar aquel canto de llamado herencia de su madre.

Mientras tanto Honeymaren, quien recién llegaba, daba sus últimos pasos para colocarse lentamente a un costado de Elsa y se limitaba a observar como la fina capa de hielo sobre el piso comenzaba a iluminarse parcialmente como reacción del exquisito canto del quinto espíritu y este resaltaba cada vez más, producto de la puesta de sol que ya comenzaba a oscurecer los alrededores. "Lo... está calmando" pensó la Northuldra cuando notó como lentamente el enorme ser de piedra se comenzaba a apaciguar y, girándose un poco en dirección a su compañera y perderse momentáneamente en su mirada determinada, reflexionar "De verdad han aumentado bastante sus poderes y habilidades desde que está aquí".