Capítulo 1

31.2K 3.5K 2.1K
                                    

 Inférnum: El lugar más temido por humanos, el infierno, donde gobiernan los más viles demonios y donde las maldiciones viven para destrozar y matar cualquier cosa que se atraviese en su camino, adoran castigar y hacer sufrir a sus víctimas. La pesadilla de todos en algún momento de sus vidad y el último lugar en el mundo donde quisieras estar. 









Abrí mis ojos lentamente, pero era demasiado doloroso mantenerlos abiertos, mi cabeza dolía a montones y mis oídos estaban aturdidos, sin contar el dolor de huesos que tenia por todo el cuerpo, estaba echa mierda físicamente.

Aspiré aire hasta llenar mis pulmones, pero no pude, me detuve a la mitad del acto, mi pecho dolía, como si una plancha de metal estuviera sobre mi,aplastandome, haciendo crujir cada una de mis costillas, me sentía mareada. Me armé de valor y volví abrí mis ojos lo mas que pude, pero el derecho estaba mal, no podía ver, mi vista era completamente borrosa, así que pestañee un par de veces con el mejor ojo que me quedaba para tratar de darme un mejor enfoque, miré a mi alrededor, no estaba en casa, ni en la aldea, ni en ningún otro sitio conocido. 

Entonces recordé lo sucedido.

Muerte. Fuego. Sangre. Gritos. Familia. Demonios.

Todos los recuerdos venían a mi mente, aunque las imágenes estaban borrosas y distorsionadas, sabía lo que había ocurrido.

Estaba muerta.

Quise tocar mi ojo herido, pero no podía mover los brazos, estaba atada. Seguía tan aturdida y desconcentrada que ni siquiera pude darme cuenta de las cadenas que apresaban mis brazos, estaba colgando de ellas. Comencé a moverme en mi intento de desesperación para tratar de zafarme de ellas, pero el ruido que hacían al chocar y chirriar entre si dolía ante mis heridos oídos, sentía como si me martillaran el cerebro una tras otra vez. Tragué saliva y cerré los ojos.

Poco a poco el dolor comenzó a adueñarse de mi cuerpo,comenzando por mi cabeza, brazos y costillas, estaba volviendo a recobrar el sentido y lo odiaba. El dolor comenzaba a picar por todo mi cuerpo, sentí un pinchazo en mis muñecas, abrí los ojos y retorciéndose del dolor que sentía solté un gemido que salió de lo más profundo de mi garganta. Alcé la cabeza para mirar mis manos, a juzgar por el color y la sangre que comenzaba a gotear y resbalar por ellas, podría decir que llevaba horas en esta posición. Cansada, solté la cabeza, no tenía ni la fuerza suficiente para mantener la cabeza en alto sin sentir las oleadas de dolor golpearme el cuerpo con cada movimiento que hacía, era una verdadera vergüenza.

Pero tenía que escapar.

¿Valía la pena? no lo sé, pero no iba a quedarme más en esta posición de sacrificio.

Miré nuevamente a mi alrededor buscando una pista entre la oscuridad del lugar, alguna cosa que me guiara hacia la salida, pero mi ojo comenzaba a cerrarse involuntariamente, no podia, no tenia fuerzas ni siquiera para mantener mi único ojo servible abierto. Comenzaba a estresarme, no quería seguir aquí por más tiempo, no quería morir, no quería...

Mi corazón se detuvo.

El ambiente dió un cambio total, un ambiente tenso, pesado, un ambiente de terror me rodeó. Una aura monstruosa apareció delante mío. Congelando mis pensamientos y mi respiración, todos mis sentidos se fueron a la mierda al escuchar su voz.

"Por fin despiertas, llevas 3 dias sin darme diversión"

Abriendo mi ojo, pude divisar su borrosa figura. No necesitaba mi perfecta vista para saber de quién se trataba.

Ahí estaba el, Ryomen Sukuna, mi peor pesadilla, portando una túnica blanca con lo que parecía ser detalles en negro, no tenía sus típicos 4 brazos ni su semblante de lucha, en realidad parecía ser más bien, una persona normal. Pero ni verlo de esa manera pudo hacer que mi cuerpo dejara de temblar, haciendo que las cadenas volvieran a sonar.

"Calma calma, ni siquiera te he tocado y ya estas temblando de esa forma"

Estaba enfermo si pensaba que dejaría ponerme un dedo encima mio. Prefería ser tragada por los perros infernales. 

"Oh, que tonto soy, no te he dado la bienvenida, permíteme mostrarte, mi reinado"

Mi cabeza fue alzada con rapidez, mostrandome un verdadero panorama de terror. Estaba en el mismo infierno. Había cráneos por todo el suelo, flotando sobre charcos que parecían ser de sangre, quería creer que solo era agua, pero el tono de las paredes carmesí me hacía dudarlo.

El sonido de un chasquido borró todos mis pensamientos en ese momento, las cadenas se había roto, y mi cuerpo caía al piso a más de 3 metros de altura. Rogaba porque el sonido de los huesos romperse fueran los que residían en el suelo y no los míos, pero el cansancio me dejó tirada en aquel frío suelo mojado.

Unas manos tomaron fuertemente mi cabello, levantando mi cabeza, haciendo que lo mirase a la cara.

"Ahora que conoces el lugar, deberías presentarte ¿no lo crees?"

Aunque quisiera hacerlo, no podría, jamás lo haría.

Tiró de mi cabello con más fuerza, gritando nuevamente que me presentara.

Abrí la boca, mi mandíbula temblaba a mas no poder,  pero ningún sonido salió de ella.

El demonio parecía no entender nada.

"Estas colmando mi paciencia mocosa, he dicho que hables"

Su pesada voz ronca rasgaba mis oídos, con mis pocas fuerzas, levante una de mis manos frente a él y temblando a más no poder, le hablé.

Sukuna elevó una de sus cejas, un escalofrío recorrió cada centímetro de mi piel. Sentí la muerte aproximándose.

"¿Estas burlandote de mi" Rió "¿Te crees capaz de burlarte del mismo Rey de las maldiciones? Voy a matar..."

Elevé nuevamente mi mano, que temblaba con más fuerza y tracé en el aire mis palabras. Miró atentamente mi ensangrentada mano moverse al ritmo de mi boca.

"Soy Muda"






⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛⁛


He aquí el primer capítulo 

¿Qué les pareció?

No olviden votar

Nos vemos en el siguiente cap!

Bsos


𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶- SukunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora