Capítulo 5

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El vapor que inundaba la habitación relajaba cada musculo de mi cuerpo, el dolor comenzaba a bajar poco a poco y al menos me sentía un poco mejor al estar completamente limpia. 

La luz que emitían las velas bailaba al compas de mi respiración, agregando un extra de calor en el salón. 

Miré mi sombra reflejada en la pared, una tenue silueta encorvada se mostraba gracias a la luz de aquellas blancas velas. 

Alcé mi mano, sintiendo el agua resbalar desde la punta de mis dedos hasta el inicio de mis pechos que permanecían dentro de aquella bañera, moviendo mis dedos lentamente, la sombra igualaba su movimiento. Solté un suspiro de cansancio, el agua caliente comenzaba a calmarme, llenando mi cuerpo lentamente de sueño, mi mente rogaba descanso, pero el hecho de estar tomando un baño en este lugar sintiéndome desprotegida era demasiado lujo que podía darme en este momento. No me podía permitir quedarme dormida e indefensa ante aquel demonio dueño de este lugar. 

Su Área Innata. 

Sabia que había escuchado esas palabras en mi niñez, y ahora odiaba el hecho de no haber prestado tanta atención en las lecciones de aquel señor llamado "Mi Padre" el hechicero encargado de todo nuestro clan, clan que casi desaparece por completo tras aquella batalla. 

Trataba de rebuscar en lo mas profundo de mi memoria, Algo que me recuerde aquellas lecciones aburridas de mi padre, pero nada, no lograba recordar nada mas, todo era tan borroso,  como pesadas sombras moviéndose y susurrando palabras inaudibles . 

Sombras... 

Energía Maldita..

Lección de sombras...

¡Shikigamis!

Mi mente y corazón dieron un vuelco al recordar la técnica mas poderosa de mi clan, la técnica por la cual Sukuna destruyo mi pueblo y separó a mi familia. 

Tragué saliva y mis oídos hicieron clic, dándome a entender que llevaban varios minutos tapados, mi corazón seguía palpitando aceleradamente, estaba metida en un problema, mi estúpido padre le había importado una mierda que el demonio mas poderoso del siglo tuviera en sus manos a una tonta hechicera muda quien portaba en la sangre la técnica maldita de las 10 sombras. 

Una técnica basada en poder recrear animales a partir de nuestra propia sombra con ayuda de la energía maldita que circula por nuestras venas.  Varias veces pude ver los Shikigamis que mi familia creaba, el mas majestuoso que recordaba era aquella águila blanca que mi padre portaba, aquella ave que servía para comunicarnos entre clanes de diferentes partes.

El agua de la bañera comenzaba a enfriarse lentamente, haciendo que mi piel sensible comenzara a notar esos ligeros cambios, mostrando una piel completamente erizada, mientras que en mi mente no dejaba de sonar una voz de fondo preguntándome 

¿Por que? 

¿Por que mi padre me abandonó tan fácilmente?

Mi corazón sintió un pinchazo.

¿Por que me entregó a un demonio que lo único que quiere es la destrucción del mundo y la muerte de todas las personas con las que se encuentre?

¿Por que a la muda de su hija?

Cerré los ojos, sintiéndome estúpida. 

Esa era la razón de todo. 

Su inservible hija muda. 

Tan estúpido como yo, creyendo que si entregaba a su hija esta no podría decirle ninguna técnica maldita  al demonio, que no podría revelar ningún secreto del clan Zen. Pero se equivocó, al igual que yo. 

𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶- SukunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora