Capítulo 24

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La suave risa de la joven le acarició la piel  "¿Y por qué no ahora?"   Su rostro se acercó a sus labios, tentando al demonio.

Aquella joven tímida y nerviosa había cambiado por completo, dando paso a una mujer valiente, claro, cuando lo creía conveniente.

"Calma"  La tomó por los hombros, alejándola  "Debes tener fuerza suficiente, debes descansar"  Sus ojos se posaron en los rosados labios de la mujer, mirando como los lamía y mordía levemente  "Vamos"  Apartó su mirada.

Intentó ponerse de pie, pero aquella joven que estaba sobre él se lo impidió. Nuevamente quiso ponerse de pie, pero para (N) parecía más un simple juego.

"Ya basta"  El demonio comenzaba a molestarse.

"¿Qué pasa?" Rio "¿Soy muy pesada para ti?" Alzó una de sus cejas, burlándose.

Sukuna no estaba de buen humor para seguir sus juegos infantiles "Estoy hablando en serio, mujer" la tomó con fuerza de la cintura y se puso de pie junto con ella, logrando que por instinto ella aferrara sus piernas a la cadera del demonio "Si lo que quieres es que te folle, lo haré cuando tu venganza termine" Apretó sus gluteos con fuerza, logrando poner nerviosa a la joven.

"No deseo que me folles" Recorrió con la punta de su dedo la barbilla del demonio "Quiero que me hagas el amor" Besó cortamente sus labios.

¿El amor? Se repitió aquellas palabras en su mente. Él dificilmente podía amar ¿Como es que él podia hacerle el amor a una persona?

"No entiendo" Se sinceró ante ella.

"Descuida" Le acarició la mejilla con dulzura "Yo te mostraré"

Y sin más, lo empujó hacia atras, volviendo a caer ambos contra la suavidad de la gran cama, gracias a la técnica de teletransportación del demonio. La joven, quien seguía sobre Sukuna le tomó la mano con delicadeza, llevándosela hacia ella, donde con dulzura movió los largos dedos del demonio, formando una C, la cual colocó en su pecho, haciendo ligeros movimientos "Esto, significa.." Volvió a mover la mano del demonio una vez más "Te quiero" Sus palabras recorrieron por completo el gran cuerpo del demonio, erizándole la piel, dejándolo totalmente en shock "Ahora tú" Ordenó.

Sukuna miró su mano ¿Cómo es que un simple movimiento de manos podía demostrar sus sentimientos? Sin oponerse, repitió lo que (N) le enseñó "¿Así?" Repitió los movimientos nuevamente.

Una sonrisa apareció en los rosados labios de la joven "Sí, así" Volvió hacer el movimiento, dirigiéndose hacia el demonio "Sé lo difícil que puede ser para ti" Acarició su pecho "Así que, si lo sientes en el corazón, pero te cuesta decirlo, hablame de esta manera" Repitió los movimientos "Así yo sabré lo que sientes"

El demonio estaba sumido en su dulce amor, derritiéndose con las suaves caricias que ella le propinaba, dónde sus escurridizos dedos se adentraban entre las telas de su blanco kimono.

Sukuna solo pudo apretar sus gluteos en señal que lo comprendía.

"También puedes decir.." Su mirada se detuvo en la de la mujer, pero ella no continuó.

"¿Decir qué?" Ella negó un par de veces, acercándose al rostro del demonio, en el cual depositó un sin fin de besos cortos.

"Descuida, te lo enseñaré cuándo volvamos" Aquellas palabras no le agradaban al demonio ¿Por qué debería esperar?

"¿También me enseñarás a hacerte el amor?" Su sinceridad le erizó los cabellos y encendió un fuerte sonrojo en las mejillas de la joven.

"Sí, lo haré" Una de sus escurridizas manos llegó a uno de los pectorales del demonio, el cual apretó, ganándose una mala mirada por parte del varón.

𝑰𝑵𝑭𝑰𝑬𝑹𝑵𝑶- SukunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora