Capítulo 27

25 2 0
                                    

Garrett despertó primero que yo, lo supe porque yo desperté gracias a sus suaves caricias, sobre mi cabello, mi rostro, mi cuerpo...

Echó la cabeza hacia atrás y sin pensarlo, pasé mis dedos por su grueso cabello, viendo como sus ojos se oscurecían por el calor. Lentamente, acercándome a él, presioné mis labios contra los de él, hace tiempo que no lo besaba así.

Cuando él se sorprendió, comencé a retirarme, avergonzada. ─Lo siento...─

Los brazos de Garrett se apretaron alrededor de mí, atrayéndome contra su cuerpo, besándome con fuerza. Totalmente, completamente, maravillosamente me besó, enviando el deseo a través de mis venas.

─Este es mi momento de jugar, cariño. No te muevas, no hables─ con esas simples palabras todo dentro de mí se contrajo de placer. ─Tendré cuidado con tu pobre trasero, así que esta vez será lento─

Se abrió el cajón de la mesita de noche. Se cerró. El colchón se hundió cuando él se acomodó entre mis piernas. El beso de Garrett cambió a cálido y gentil, y con cada respiración mía, podía apreciar su aroma oscuro y picante.

Pasó un dedo burlonamente sobre mi mejilla, bajando por mi cuello. El aire era fresco pero su dedo estaba cálido. Siguió bajando hasta acariciar la parte superior de mi pecho, mis pezones tensándose en puntos duros y doloridos, arqueando la espalda para obtener más de su toque.

─No. Te. Muevas. Ni un sólo músculo─

Quería decirle que se apurara, que tomara todo lo que quisiera de mí, en este mismo instante. Pero Garrett me recordó.

─Nada de hablar. Nada de sonidos. Este es mi tiempo, y cariño, soy un hombre exigente─

Mientras intentaba relajar mis músculos y quedarme quieta, su dedo rodeó mi pecho y luego el otro. Dando vueltas, palmeando, amasando. Su uña del pulgar raspando un pezón, haciéndome jadear ante el magnífico placer.

Con dedos cálidos, tiró de mis pezones, dándoles vueltas, tirando de ellos. Su boca de repente se posó sobre ellos, su lengua azotando, succionando vorazmente.

─Abre las piernas para mí, cielo. Mueve únicamente las piernas─

Obedezco sin pensarlo demasiado, sólo unos centímetros, no sé cuánto es suficiente.

─Mujer obstinada─ dice Garrett mientras da una palmada en mis muslos ─abre más, rodéame con tus piernas─

Soy arcilla en sus manos, moldeable, todo lo que él me pida en estos momentos, se lo daré sin rechistar. Ahora es cuando mi mente le pertenece, soy suya para hacer conmigo lo que le plazca.

Rodeo su cintura con mis piernas, parpadeando, concentrándome en su rostro. Los ojos de Garrett se habían oscurecido.

Sosteniendo su mirada, Garrett acaricia mi mejilla, sintiendo entonces una conexión inigualable entre los dos, como nunca antes. El deseo, y algo más. Era desconcertante.

─¿Estás lista para mí, Danielle?─

Por favor.

Las palabras se formaron en mis labios, pero no escapó ningún sonido...

Apretándose contra mí, se colocó en mi entrada. Lenta, insoportablemente lentamente, se abrió pasó. Hundiéndose cada vez más. Penetrándome por completo, tomándome y haciéndome suya.

Él tenía extremo cuidado de no lastimar la piel de mi espalda baja, pero el continuaba con los embistes. Dentro y fuera, dentro... fuera...

─Oh, oh...─ lo sentía tan cerca, estaba ahí.

─Córrete, cariño─ murmuró y mordió la curva entre mi cuello y hombro. Y fue entonces cuando sucedió.

Una explosión de luces me encegueció por un momento, lanzando así, un pequeño y agudo grito. Escalofríos recorrían todo mi cuerpo, dejándome inmóvil e incapaz de respirar.

─Ahhhh, ahhh, ¡AAHHHH!... Danny...─ al poco tiempo Garrett me siguió, cayendo juntos en un espiral de placer.

Todo se sentía diferente, algo había cambiado, las sensaciones eran indescriptibles, mi cuerpo no podía dejar de temblar, y tampoco el de él.

Nos quedamos recostados, abrazados uno al otro por un buen rato, y entonces me prometí que sólo por hoy, olvidaría todo lo malo y disfrutaría el momento, disfrutaría la vida al lado de Garrett.

No sé cuanto tiempo estuvimos así, tal vez media hora, o más. De pronto, él se levantó y salió de la habitación, no dijo nada, así que su acción me tomó por sorpresa.

Trato de mantener la calma, es decir, acabábamos de hacer el amor, no puede irse, así como así. Mi ansiedad comienza a crecer pero desaparece cuando veo a Garrett caminar hacia mí con el desayuno en una bandeja.

─Estaba pensando, si te apetece, pasar todo el día aquí, acostados, viendo películas, ¿qué dices, cariño?─ no tengo palabras para expresar lo que siento en estos momentos pero mi sonrisa lo dice todo. No necesito a nadie más, no cuando lo tengo a él.

Lentamente asiento con la cabeza, y él me sonríe de vuelta. Deja nuestro desayuno en la cama y se recuesta junto a mí, y sólo así, uno al lado del otro, comenzamos a comer.

Toda la mañana y la tarde estuvimos recostados; hicimos palomitas, Garrett me dejó poner todas las películas cursis navideñas de Netflix, me abrazó mientras sollozaba en los momentos tristes. Después volvimos a hacer el amor y tomamos siestas, era el paraíso. ¿Qué más podía pedir? Nada ni nadie más existía, salvo nosotros dos.

Continuábamos viendo televisión, mi cabeza reposando sobre su pecho, cuando él de pronto se giró, buscando algo en su buró. Yo sin prestarle mucha atención, continúe con la mirada fija en la película.

─Dany, todavía faltan unos minutos para Navidad, pero no puedo esperar más, tengo que hacerlo ahora, toma, esto es para ti─ dice entregándome una cajita de terciopelo negro larga. Rápidamente me incorporo, sentándome en la cama, mi espalda contra la cabecera.

Las palabras atorándose en mis labios... Yo no tengo nada para él, había estado tan ensimismada en el trabajo, en Connor, en Francia, y en todo lo que había pasado, que olvidé por completo comprarle algo a Garrett. Y es que además, ¿qué se le puede dar a alguien que al parecer, lo tiene todo?

─Garrett, no debiste, yo...─ antes de que pueda terminar la frase, el pone un dedo sobre mis labios y me interrumpe.

─Antes de que digas algo más, cariño. No necesito regalos de ti, tú eres todo lo que necesito, tu eres el mejor regalo que he recibido─

Las lágrimas comienzan a asomarse, mientras abro la pequeña cajita. Un hermoso collar de diamantes aparece entonces, quitándome el aliento.

─Es... precioso, Garrett─

Todavía sigo en shock, no puedo hablar, mucho menos moverme. Él toma el collar de mis manos y me gira lentamente para ponérmelo, lo coloca sobre mi pecho y haciendo a un lado mi cabello, cierra el pequeño broche.

Mis dedos recorren el collar, exquisito.

─Ah, ahora sí, las doce con un minuto... feliz navidad, princesa. Esta es la mejor navidad que he tenido en años─ dice mientras me besa dulcemente.

─Feliz navidad, G─ continuamos besándonos, el calor borboteando entre nosotros.

─Creo que ha llegado el momento, cielo, quítate todo, excepto el collar. Quiero verte desnuda, usando únicamente mi regalo en ti

Gustosa lo obedezco, sé lo que viene a continuación.

¡Feliz navidad para mí!

*   *    *

Chicas, una disculpa por desaparecer así:( Saben que jamás me olvidaría de ustedes <3 Tarde pero seguro, aquí estoy; espero les hayan gustado los capítulos de hoy.

También espero que hayan tenido una bonita navidad, y se lo hayan pasado increíble en compañía de su familia y amigos. Lqmm💖🎄

EncuéntrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora