Capítulo 5

40 1 0
                                    

A este punto, me he dado cuenta que todas las palabras que salen de los labios de Garrett, me dejan atónita, no sé si perdí la capacidad de razonar después de la palabra "ángel mío" o después de "castigo". A decir verdad, el hecho de que sea tan posesivo me cautiva y me deja sin aliento.

─Danielle, por favor, acompáñame─ dice Garrett mientras toma mi mano, suelto una pequeña risita pues, a pesar de haber dicho "por favor", los dos sabemos que es una orden, total y absolutamente...

─Sí, Garrett...─ me sonríe, y entonces sé que he sido buena, aprendo rápido y eso parece gustarle. Y sin pensarlo dos veces, lo sigo, cual polilla a la luz. Preparada para lo que sea.

Entiendo y conozco la definición de la palabra castigo, sin embargo, no tengo miedo, no de Garrett; emoción y excitación, por supuesto, pero miedo no, confió plenamente en él.

Mi mente empieza a hundirse y todo en lo que puedo pensar es en él, no puedo dejar de observarlo, tiene un magnetismo innegable; y vestido así, con la camisa abierta y los jeans oscuros semi abiertos, le dan un aire de peligrosidad, que hace que se me seque la boca. Aún tenía el cabello mojado, señal de que había tomado un baño, y el hecho de imaginarlo desnudo, provocaba que mi centro doliera, anhelando su toque.

No sé en que momento habíamos llegado a su habitación, pero el leve empujón que me proporcionó, me sacó de mi ensoñamiento.

─Ahora dulzura, entiendo que seas nueva en esto, por lo mismo, yo te iré guiando. ¿Sabes por qué vas a ser castigada?─

─La verdad es que yo...─ pone un dedo en mis labios, negando ligeramente con la cabeza.

─No es tan difícil la pregunta Danielle, responde con un o un no─ indica mientras roza ligeramente sus labios con los míos, haciendo que me sumerja aún más en este estado de sumisión.

─No, Garrett─

─Ah, permíteme entonces, cariño─ expresa mientras empieza a desvestirme, y con cada roce de sus dedos, mi sexo comienza a humedecerse. Cada roce está totalmente planeado, él mejor que nadie, sabe dónde y cómo tocarme, para tenerme al borde y aún así, no dejarme caer.

─En teoría, cielo, sólo iba a haber un castigo, pero, de nuevo, me haz desobedecido─ introduce su mano entre mis bragas, y me encuentra totalmente mojada, no puedo sentir más que vergüenza combinada con excitación. No sé si esconderme o empezar a soltar pequeños gemidos.

─Mi nota claramente decía que tenías que comer... y no lo hiciste, en todo el día. Además, pensabas irte al día siguiente sin siquiera platicarlo conmigo, eso no habla bien de ti, cariño. Eres una pésima huésped─

Quiero prestar atención a sus palabras, pero sus habilidosos dedos me dejan el cerebro frito, creo que... estoy a punto de...

─No tan rápido, ángel. Primero lo primero─ dice mientras desgarra mi ropa interior, y yo solo puedo estremecerme de placer, que sea tan dominante hace que todo mi interior tiemble.

Se sienta en el borde de su cama, toma mis manos y me ayuda a ponerme boca abajo, sobre sus piernas, sé lo que va a pasar a continuación, es decir, ya he soñado con esto antes, pero... espero y espero... nada sucede.

─Esto es sólo la primera parte de tu castigo Danielle, empezaremos lento para que puedas pensar en lo que hiciste, y cuando terminemos, espero haber recibido una disculpa. Más te vale que sea sincera, por que sino... no querrás saber─

Lo último que quería hacer era pensar, pero me obligo a hacerlo... El primer azote cae sobre mi nalga izquierda, luego viene el segundo y el tercero, cada uno en diferente lugar, sobre mis muslos. Hasta que pierdo la cuenta.

EncuéntrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora