Solo tengo miedo...

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Cuando lo veo salir me da algo de gracia. 

Horas después...

Aunque la comida de la cafetería es una completa mierda, termino de comerla.

Después de terminar esa asquerosa trayectoria de tener que pasar por  la cafetería, a través de los olores de esas comidas. Después de eso termino por ir a mis clases, las cuales terminan mas rápido de lo que pensaba, debo admitir que ayudo que  dos de ellas se cancelaron.

Cuando me doy cuenta ya estoy saliendo de la ultima y me estoy dirigiendo al estacionamiento.

La multitud de estudiantes es sofocante, que me hace dudar de que si soy claustrofobia y nunca me di cuenta o solo es parte del estrés que me hace sentir tantas personas acumuladas.  

El camino de los pasillos al estacionamiento fue eterno pero logre llegar sana y salva...

(Con suerte no morí hay dentro)

Cuando me fijo mejor, puedo encontrar una figura alta y masculina, la cual esta al lado de mi coche. Es Timothée quien esta al lado de este. 

Mi corazón corre a mil por hora mientras que mis piernas no resisten mas de un segundo de pie.

No quiero seguir caminando pero mi corazón corre hacia él, queriendo huir con él para nunca mas volver con este cuerpo inerte y esta mente descolocada que no sabe lo que quier a pesar de que sabe muy bien lo que siente.

La cara de Timothée esta fija en mi al igual que la mía en él, pero me pregunto si sabe lo que estoy sintiendo en este mismo momento al verlo.

¿Lo sabrá? ¿Lo sentirá?

Lo único de lo que estoy completamente segura es de que lo ve...

Su rostro es como el de una roca. 

Él tampoco se mueve de su lugar.

¿Son segundos? ¿Son minutos? ¿Son horas? ¿Cuanto tiempo? ¿Por cuanto tiempo nos estamos mirando?

Decido caminar aunque mis piernas no quieran...las obligo para que este momento no sea mas tormentoso para mi corazón...las obligo para que mi mente deje de ser un caos...y las obligo para que no tenga que vomitar de los nervios.

Camino hasta mi coche con paso rápido y decidido.

–Isabella–Dice caminando hacia mí.

–No quiero hablar–Le digo sin mirarlo.

Isabella, por favor no hagas esto.

–¡No quiero hablar!

–¿De verdad estás haciendo esto?

Sin decir más entro al coche y cierro la puerta con fuerza.

Timothée está junto a mí puerta con una expresión triste mientras dice...

Por favor hablemos...

Sin decir nada, sin mirar y sin dejar los sentimientos que él me causa. Sin nada...sin nada arranco el coche y me marcho, dejándolo hay. No paré el coche sino hasta cinco cuadras delante. Paré para respirar y pensar todo muy bien.

Dos Almas De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora