¿Un nuevo amor?

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–Te quiero...–

Timothée me mira a los ojos con un brillo apasionante, cómo si lo que le dije fue lo mejor que le ha pasado y como si el brillo de sus ojos quisiera explicarme lo que siente en este momento.

Sus manos acarician mis mejillas y me da un casto beso en los labios.

–Yo... Yo no te quiero...–

Al escuchar esta frase solo puedo sentir un hueco en mí estómago que comienza a apretar y comienzo a sentir... que mis ojos arden cómo cuando... Cuando quiero llorar.

Mí mirada se apaga y siento que mí respiración se corta, mí cuerpo se tensa y retrocedo un poco. En eso Timothée me agarra de el brazo y me pega a él, mientras acera su boca a mí oreja y susurra.

–No te quiero... Realmente... no podría decirte que te amo... Porque no es así Es algo más allá de eso, es algo inexplicable, es algo... Diferente. Es mí nueva manera de «amar» y solo es para ti y nadie más que para ti.–

Lo escucho con atención y todo lo que sentía hace un momento desaparece. En cambio aparecen unas mariposas que revolotean en mí vientre y cómo si fuegos artificiales aparecieran en mí corazón. Me reconfortó y en lo único en que puedo pensar es en...¡BESARLO!

Agarro su cara entre mis manos y lo atraigo hacia mí. Lo beso y sonrió entre sus labios.

–Es ¿Un nuevo amor? ¿"NUESTRA" nueva manera de amar?–Levanto una ceja.

–Si, es "nuestro" pero yo diría más que es "NUESTRO" Nuevo sentimiento.–

Sonríe mientras me abraza. Yo le sonrió y me incorporo en el sofá, y en eso recuerdo que me voy a quedar y no sé cómo avisarle a mí padre. No me preocupo ya que recuerdo que Timothée trabaja con mí padre y obvio tiene que tener su teléfono.

–Eh...–Lo miro con ternura y digo–¿Puedes prestarme tú teléfono para llamar a mí padre?–

–Si, tómalo.–

Me sonríe y me da la clave de su teléfono. Busco el número de mí padre y le marco, salgo de la sala y me dirijo a la cocina. En eso mí padre contesta.

–Hey,Tim ¿Como has est...?–Lo interrumpo.

–Eh, hola papá. No soy Timothée.–

–¿Que? Oh, pues es obvio que no lo eres. Conozco la voz de Timothée y estoy seguro que no eres Timothée.–Ríe y me contagia su sonrisa.

–Me imagino que todavía no llegas a casa, ¿Verdad?–

–No... Estoy con tu madre, los guiones y algunas tomas de las grabaciones llevan tiempo y no creo que llegue a casa en algunos días. Nos estamos quedando en un hotel de París, ya que nos queda cerca a dónde estamos tomando algunas tomas.–

–Ya veo... Entonces viajaron. Deben estar exahustos... Pensé que ya habías regresado y pues pensé que tendría que decirte que me quedaría en casa de Timothée.–

–¿En casa de Tim...? Espera linda ¿Tú y Tim están...?–

–Después que llegues te contaré al respecto, solo dile a Lorenzo que no llegaré a casa, ¿Si?–

–Está bien...Yo le diré. Te veo en unos días. Por favor ten cuidado, descansa y protégete. No quiero sorpresas que duran nueve meses en revelarse.–

Río ante su comentario.

–Vale. Tú también cuídate, ¿Si? Dile a mamá que la quiero y disfruten lo más que puedan. Adios...–

–Adiós, linda. Descansa y mándale saludos a Tim–Cuelga y regreso a la sala. Veo a Timothée viendo la tele, me acerco a él y me acuesto dejando la cabeza en su regazo. Timothée me acaricia el cabello.

–Veo que tienes que pedirle permiso a papi, ¿no?–

–Claro que no. Sé que se preocupan por mí y si no saben en donde estoy, pueden llegar a preocupase aún más. Solo no quiero que se alteren por mí y prefiero que sepan que estoy bien.–

Ríe y mira mientras yo me incorporo y lo miro a los ojos.

–Si... Tienes razón.–

Sonrió y le beso la mejilla.

–¿Por que no estás rodando la película allá en París?–

–Esas escenas no me corresponden, yo tengo que ir a nueva York para grabar las que me tocan a mi. Las mías son las de nueva York... En unas semanas tengo que ir para allá... Me acompañarás, ¿Verdad?–

–Yo... Pues...–

Dos Almas De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora