Dos Almas De Fuego

13) El viaje

Esto se ha vuelto mí rutina.

De la universidad a casa, ver a el gilipollas de Ryan, hacer trabajos de la universidad, descansar, pasar un rato con Timothée y después dormir, para al día siguiente hacer lo mismo.

Monotonía...

No me molesta en ocasiones. Pero ya han pasado dos semanas y comienzo a cansarme.

Lo único que me alegra el día es ver a Timmy...pero ver la cara de Ryan me regresa al pasado.

Siento lo que sentía en esos momentos.

Lo odio. Lo odio tanto.

Juro que he hecho mí mayor esfuerzo...juro que solo he hecho...intento sonreírle, hacer como si nada, mirarlo con total normalidad, como cuando regresó...pero ya es muy difícil. Es difícil recordar. Es difícil sentir. Es difícil no olvidar. Pero sobretodo es difícil cuando las cicatrices que estabas sanando, vuelva a abrirse por los recuerdos.

Ese día que le conté a Timmy...me liberé de una carga que estuvo por mucho tiempo sobre mí...me ayudó que me escuchará. Me disculpé por el día en que fui a tomar con mí hermano y Ryan...si, le conté lo del beso...y que ni siquiera sé porque lo bese o porque le dije que lo extrañaba...se supone que un borracho dice la verdad y lo que dije no lo fue. Timmy escucho con atención, cosa que me alegro. Fue reconfortante no ocultarle nada...algo extraño para mí, ya que estoy acostumbrada a enfrentar mis problemas en silencio.

Timothée se ha convertido en mí soporte y en mí ayuda.

¿Nuestra relación?

Esta viento en popa. Debo admitir que lo único irritante que es el hecho de que los paparazzis han aumentado, ya que hace poco salió una de las películas en las que él es protagonista y pues...se debe admitir de que está cogiendo mucha popularidad.

Mucha más.

Los paparazzis están a la entrada y salida de la universidad. Mientras que algunas de sus fans se cuelan al campus. La mayoría de veces la multitud nos ahoga y debo admitir que hasta a mí me hacen preguntas. Cuando salimos a algún lado -no sé cómo ni cuando- los paparazzis nos toman fotografías, la cuáles al día siguiente vemos en revistas, páginas de chismes y en videos de Youtube...me hace gracia. Hay veces en que buscamos "Cosas sobre Timothée Chalamet" y aparecen cosas sobre él, fotos y muchas otras cosas. Cuando estamos en Google escribimos "Timothée Chalamet" y lo primero que aparece es "¿Cuántos años tiene?" "Sus peliculas" y la que me dan más gracia..."¿Tiene novia?" y me hace muy feliz ver qué dice que si y aparece mí nombre y fotos nuestras o solo mías...

¿Ya les comenté que las multitudes nos ahogan? Pues esta es la ocasión.

Personas a nuestro alrededor nos jalan, gritan, preguntan y un poco de su saliva nos cae cuando hablan.

Aaagh, que puto asco.

Timothée intenta sonreír a algunas cámaras, mientras que por mí parte me tapo la cara con mí mano. Intentamos acelerar el paso pero la multitud nos impide que podamos caminar con mayor velocidad. La mano de Tim apreta la mía. Esta es la señal que me hace para decirme que se está cabreando. Miró su cara, la cual está tensa pero intenta dar una sonrisa a la reportera que está a su lado con la cámara casi en su cara.

–Dinos, Timothée. Cuentanos algo de tu relación y, ¿Que se siente que tú relación ya sea pública? ¿Tienen planes para el futuro? ¿Ya hay planes de boda?–Dice ella entusiasmada con el micrófono en su boca, mientras Timothée sonríe forzosamente y asiente sin mirar la cámara.

Cámaras a mí alrededor con grandes luces que bloquean un poco la vista. Personas con grande micrófonos están junto a estas mientras me preguntan cosas de mí vida, de Timothée, sobre mí padre, sobre mí relación y más cosas de Timothée. Yo solo sigo tapando mí cara, sin responder a lo que me preguntan.

Cuando por fin llegamos a mí coche, le pasó las llaves a Timothée y entramos, cosa que si fue difícil, ya que manos intentaban impedir que cerramos las puertas, pero después de todo, lo logramos; encendimos el coche y nos fuimos con mucho prisa.

Mí frente está en la ventana y Timothée masajea su sien mientras suelta un bufido.

–Pero vaya que si son estresantes estos tíos–Niega con la cabeza mientras que su rostro lo dice todo.

–Mira que hace muchos años no me topaba con esa gente, que me había olvidado lo engorrosos que son. Por eso hace mucho que no salgo con mí padre–Suelto una risita.

–Pues ahora te tocará eso conmigo... perdón por hacerte pasar por eso. De verdad espero que no te hayan incomodado tanto–.

–Oh, de que me incomodaron me incomodaron. Pero no pasa nada...todo sea por seguir contigo...pero si que es incómodo que me pregunté cómo eres en la cama–Rio. Timothée encoge un poco la cara sin despegar la vista del camino.

–¿De verdad lo preguntaron?–.

–Si–Asiento con una sonrisa en mis labios.

–Vaya que lo quieren saber todo. Solo falta que pregunten cada cuánto voy a el baño–Suelta una carcajada.

–Tienes toda la razón. Pero bueno que se le hace...oh...es cierto tienes que ir por tu coche al mecánico, ¿Quieres que te acompañe?–Él niega y para cuándo el semaforo se pone en rojo.

–No, tú tienes que alistar la maleta mientras yo voy a por el coche...no tienes la valija hecha y yo si...en cuanto vaya a por mí coche te voy a recoger para ir a el aeropuerto–Acelera cuando el semáforo se pone en verde.

–Pense que iría con mí padre a el aeropuerto y ahí nos veríamos–Me cruzó de brazos.

–No creo. Henry no estará en tu casa, él está haciendo unas reservaciones que faltaban, irá de ahí a el aeropuerto. Me dijo que te recogiera y que nos veríamos en el aeropuerto–Lo examinó con la mirada y veo que intenta reír.

Si ajá, ya te pille Charmander.

–Si, ¿Y tú te crees que me trague el cuento, Charmander?–Sonrió un poco y él termina por reír. Una de sus manos se posa en mí muslo y comienza a apretarlo.

–Bien, Carter...me pillaste. Pues es que le pedí a Henry que me dejara llevarte a el aeropuerto porque pues quería pasar más tiempo contigo... allá no estaremos mucho tiempo...las grabaciones no nos dejaran hacer mucho y pues tal vez te aburras de solo verme actuar–.

–Ah...pero no tenías que inventar tanto–Rio para intentar calmarme un poco, porque el estrés de solo pensar en tener que empacar esa maleta...

Lo odio.

–Bien...y no me digas Charmander–Dice con una sonrisa.

No dejare de hacerlo.