La cena.

24 0 0
                                    

Estaba en el coche de Andrew y por el retrovisor podía mirar el coche de Ryan detrás de nosotros. Era estresante como no se cansaba de joderme la vida.

–No sabes cuanto lo siento, Andrew... De verdad. Es un idiota que cree que soy una niña pequeña a la que tiene que cuidar.–Digo mientras ruedo los ojos y vuelvo mis ojos al retrovisor.

–Tranquila... Habrá mucha gente en la casa, lo podrás perder fácil. Después de unas horas se desaparecerá con alguna tía.–Me guiña un ojo para después volver su vista a la carretera.

–Mmm, ojalá sea así pero la verdad lo dudo.–

–Aún no comprendo algo.–Dice con su ceño algo tenso.

–¿Que?–

–¿Por que el amigo de tu hermano está tan encaprichado contigo? Digo. Es que yo teniendo algún hermano, no dejaría que alguno de mis amigos hicieran lo que esté tío esta haciendo... ¿Acaso gusta de ti o tuvieron algo?–Al escuchar eso no puedo evitar ponerme algo nerviosa.

–No... Es solo que crecimos juntos. Es como otro hermano... Ya sabes.– Intento minimizar todo pero Andrew no es fácil de engañar.

Puedo ver cómo levanta una ceja y hace una sonrisa ladina.

–Vamos, muñeca... Es obvio que no te ve con esos ojos. Mira, para que entiendas mejor la situación. Yo tuve un MUY gran amigo, aún lo tengo... Pero las cosas cambiaron, ¿sabes por que? Este chico, con el cual crecí, tenía una hermanita menor. Cuando los conocí, el chico y yo teníamos aproximadamente unos seis años... Su hermanita tenía tres años. Siempre hacíamos todo juntos y eran como otra familia. Creí que veía a su hermana como MI hermana, para mi era mi hermanita menor... La tenia que proteger, no la podía ver con otros ojos. Pero todo esto cambia cuando cumplió sus catorce... Ella cambió y yo cambié. Ya no podía verla como una hermana. Yo hacía exactamente lo mismo que él estaba haciendo contigo, yo le espantaba a los críos que le pretendían para que no la tocasen porque solo yo quería tener ese privilegio.–Lo miro algo dudosa muestras este tiene la vista fija en la carretera. Síguela hablando pero ya no le presto atención porque sé bien de lo que habla my es precisamente eso de lo que ya estoy cansada de hablar.

Después de algunos minutos llegamos y genuinamente llegue a pensar que Ryan no estaba detrás pero no, ahí estaba como un guarda espaldas. Ignore todo lo que tuviera que ver con él y solo intente observar la casa.

No era una fiesta extremadamente grande y escandalosa, más bien era algo tranquila. Habían muchas personas de la universidad. Al entrar pude notar que muchos estaban sentados platicando mientras la música hacía ambiente, otros jugaban y tomaban mientras bailaban a gusto.

Sentí como Ryan caminaba detrás de mí y Andrew comenzaba a saludar... Hasta que vio a unas chicas que lo llamaban y él solo me dijo que me sintiera en casa mientras se alejaba para ir detrás de las chicas con una sonrisa perversa. Aproveche todo esto para enfrentar a Ryan por estar jodiendome tanto, así que me giré y le mire con enfado y cansancio.

–¿No te cansas de joderme? Mira Ryan, ya no sé de qué manera hacer que te alejes de mi.–Miro a mi alrededor pero vuelvo a mirarle– No quiero discutir, solo quiero que te vayas y me dejes pasar un rato tranquila. Tengo muchas cosas en mi cabeza en este momento como para sumarme más con tu presencia.–

–¿Y es que tanto te hago pensar en mi?–Dice acercándose y mirándome bastante neutral que sólo logra asustarme– No me iré, no quiero irme. Es más... Yo también quiero distraerme un rato, tomar algo. Conocer gente no estaría mal.–Mira a los costados pero se queda mirando fijo a los que juegan con las cartas.– Tal vez juegue.–

–Haz lo que quieras pero lejos de mi–Digo mientras camino hacia los sofás pero en cuanto iba a sentarme, noto como Ryan se tira al sofá y me mira con una sonrisa sarcástica.

–No creo, además ya mire y no sé ve muy interesante el juego.–Ruedo los ojos y me quedo parada mientras lo ignoro dándole la espalda.–¿No ibas a sentarte?–Me quedó en silencio mientras mira la como algunas personas bailan.–Bien, de cualquier manera el culo se te ve mucho mejor si te tengo frente a mí de pie.–Me giro y lo miro fulminante.

–Que asco que me das.–

–Eso no decías cuando te hacía el amor  en tu cuarto.–Siento como está detrás mío y como poco a poco sus dedos quítalas el cabellos y la hacen a un lado. Acerca sus labios a mi oreja y vuelve a hablar.–¿O ya no te acuerdas como te dejaba?–Un escalofrío corre por mi cuerpo  y lo único que logro acercar es alejarme con rapidez.

¿Que fue eso?

Cogí mi teléfono mientras subía unas escaleras. Busque el teléfono de Timothée y comencé a llamarle pero seguía sin contestarme así que no tuve más opción que escribirle...

Timi

Tim... Por favor. Necesito que hablemos y estoy cansada de que me ignores.

Te necesito...

Algunas lágrimas corrieron por mi rostro mientras buscaba un lugar donde meterme pero antes de que pudiese reaccionar, me agarran el brazo y en segundos me llevan a un cuarto. Al girarme veo a Ryan así que no pude evitar golpearle en el pecho.

–¡Estoy harta de ti!–Él detiene los golpes y agarra mi rostro para besarme. En cuanto bistrós labios se unieron todo mi cuerpo se rindió y se cansó de luchar contra eso. Pensé que eso era lo que yo merecía y no a Timothée... Tal vez era mucho para mi y a lo que podría llegar a aspirar era a alguien como Ryan.

Continuamos con el beso y decidí que era lo que necesitaba en este momento, me estaba resistiendo a algo que era evidente. Y es que nunca podré sacar de mi vida a Ryan. Tal vez todo paso para que yo aceptase que las cosas con Timothée y habían terminado.

¿Debí de haber ido con él?

Las manos de Ryan comienzan a pasar por mi cuerpo y sin más a quitarme las prendas. No sé en qué momento pasó pero ya estábamos en la cama completamente desnudos y con la respiración completamente agitada... pero en lo que a mi respecta no era de satisfacción sino más bien de miedo, tristeza y confusión extrema. Porque, ¿que era lo que estaba haciendo? ¿Esto era lo que realmente deseaba? ¿Que quería con esto?

Si me preguntan todo esto lo único que podría responder es... No lo sé. Solo sé que no quería estar ahí, no quería sentirme así y no quería que pasara nada.

Quebré en llanto y lo aparte con rapidez de mi. La cara de desconcierto de Ryan me seguía mientras me volvía a poner la ropa y las lágrimas corrían por mi rostro.

–¿Me estás jodiendo, Isabella?– No respondí, sólo seguía con lo mío pero Ryan se levantó y se acercó a mi para agarrarme del brazo y levantarme. Su mirada me asusto. Estaba... Furioso.–¿Esto es lo que querías? ¿Ahora que? ¿Dirás que es un error?–

–¡Lo es!– Explote y me solté con fuerza.– Jamás estaría contigo en mi sano juicio. Si esto paso fue porque simplemente no la estoy pasando bien y lo sabes... ¡Lo peor es que lo sabes y solo te aprovechas de mi! Eso es lo que siempre has hecho conmigo.–

–¡Me aprovechó una mierda!–Abre sus ojos y me mira fijamente–¡No tengo que llegar a eso porque sé lo que siente!–Se acerca nuevamente a mi y dice sumamente despacio...–Yo sé el efecto que tengo en ti y no necesito de estrategias ridículas para llegar a qué sedas. No has cambiado nada Isabella, sigues siendo esa niña tranquila y enamoradiza que conocí y la por la que regrese convencido a recuperar. Timothée no es diferente, pensé que ahora que tenías a alguien más en mente sería algo difícil recuperarte pero ahora que pasó eso...– Señala la cama y sonríe con picardía.– Me doy cuenta que no cambia nada porque sigo siendo la misma persona que te mueve. Chalamet es solo una distracción mas que tienes para negar lo que sientes.– Me quedo congelada ante todo lo que dijo. Él comienza a vestirse y en cuanto termina camina a la puerta y la abre, pero antes de irse se detiene en esta y vuelve a hablar.–Me iré, está bien... Pero no creo que dures mucho aquí. De igual manera logre lo que quería.–Después de eso solo se va en silencio mientras yo me quedo sumida en mis pensamientos por un largo rato.

Soy una mierda.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 07, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dos Almas De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora