Lo que fuimos... y lo que no pudimos ser

VII

CALLIE

Al  estar hoy con Arizona platicando pacíficamente, riendo y demás me hizo sentir tan bien, me sentía nuevamente como en mi hogar, sin duda lo que esta casa necesitaba era la Alegría de Arizona, su sonrisa súper mágica y bueno, solo ella sabe como hacerme reír en todo momento.

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Eran las 6:30 am cuando mi despertador sonó de mala gana me levanté, dormí solo cuatro horas y encima tengo dolor de cabeza, perfecto. Me paré de la cama y me dirigí directo a la ducha, abrí la regadera y después de 10 min ya estaba fuera del baño  me estaba cambiando cuando comencé a escuchar ruido abajo, me pusé rápido mis pantuflas y baje a ver que pasaba.

Callie: ¿Quién está ahí?
Arizona: Buenos días Calliope.
Callie: Oh. Buenos días Ari.
Arizona: Perdón, no era mi intención levantarte.
Callie: Esta bien, pensé seguirías dormida.
Arizona: No dormí mucho, vi la hora y decidí bajar a hacer el desayuno, espero y no te molesté.
Callie: No Arizona, esta es tu casa también.
Arizona: Muchas gracias Calliope, siéntate y te sirvo.
Callie: ¿Ya sabes cocinar?
Arizona: Que esperanzas, hice lo que mejor me queda: Café y pancakes de avena.
Callie: Bueno, tienes razón, siempre a sido mi platillo favorito. - dije llevándome un bocado a la boca-
Arizona: Es casi de lo único que hago.
Callie: ¿y qué comías después de separarnos?
Arizona: Al vivir con Andrew él era quien cocinaba, después cuando se mudo aprendí a hacer otras dos o tres cositas para poder hacerle a Sofía y no sé aburriera de siempre lo mismo.
Callie: Eres una gran mamá Arizona.
Arizona: Gracias Calliope, significa mucho viniendo de ti.
Callie: Solo digo la verdad.

Por un momento nos quedamos ambas calladas viéndonos fijamente, yo perdida en su mirada hasta que fui detallando su cara lentamente, esa cara de recién levantada y con la que se ve tan tierna siempre... Llegué hasta sus labios y ahí me quedé, viéndolos, rojos y carnosos como siempre, simplemente perfectos, sentí que ella también me detallaba cada centímetro de mi cara hasta que...

Arizona: ¡Mierda se quema! - reí ante su comentario y la forma tan rápida que corrió al sartén para voltear el pancake-
Arizona : No te rías Calliope, tenía muhho no sé me quemaba nada.
Callie: haré que te creo.
Arizona: Hablo enserio, pero fue tu culpa.
Callie: ¿mi culpa por qué?
Arizona: Por ser tú, simplemente por eso.
Callie: Ahora resulta que por ser yo a ti se te queman el desayuno.
Arizona: Sí, siempre que se me quema  el desayuno o cualquier cosa tu estas presente, por eso tu eres la culpable.
Callie: Creo merezco una explicación a eso.
Arizona: No, porque si te la digo después me arrepentiré.

Me quedé pensando en eso hasta terminar el desayuno, ya no hablamos Arizona y yo hasta que me levanté a dejar mi plato al fregadero entonces chocamos.

Callie: Lo siento, te lastime.
Arizona: No Calliope no te preocupes.
Ambas teníamos una cercanía impresionante, podía sentir su respiración en mi pecho, ninguna de las dos nos alejabamos, en eso sentí sus brazos rodearme y a ella pegarse más a mi, me estaba abrazando, yo sin dudarlo correspondí su abrazo.

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Feliz día de reyes chulos!
Aquí les dejo mi regalo💞