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Capitulo: Intento 2; Invasión a la privacida (Completado).

Al día siguiente como era Sábado, Gintoki se quedaba a corregir pruebas en casa, o como lo llamaba Kagura día de pijamas, ya que podían relajarse y vestir con vagancia todo el día si quisieran. 

Tsuki bajo y vio a la chica que estaba preparando té y guardando en la nevera. 

—Iba a decirte que se estaba acabando— sonrió confiada. Kagura se estaba volviendo una adulta confiable a paso seguro. —¿Siempre supiste como hacer té?

—No, Shimpachi era quien hacia té en esta casa antes— dijo despreocupada subiendo los pies a la silla al sentarse. Frente a ella un plato con tostadas que unto con las cosas que dejó sobre la mesa. 

La rubia se volteo a al escuchar la tostadora terminar su trabajo y sacó las tostadas —gracias—.

El único hombre de la casa se levanto con el pelo despeinado a no poder más, con la baba colgando y una expresión de sueño, y que no había dormido suficiente pero si seguía durmiendo luego despertaría con dolor de cabeza. Observó a las chicas que se comían su desayuno a su propio ritmo. —¿Sábados de pijamas?— le sorprendía que la prolija Tsukuyo se afiliará a la costumbre vaga de ambos. 

La rubia asintió. Ese nuevo corte de cabello le venia perfecto, muy sofisticado. 

Del exterior se escucho un estridente "¿Hay alguien en casa?".

—Creo que es aquí— dijo Tsuki, claramente mandando a Gintoki a abrir. 

—¡Voy!— salió con un andar perezoso y sacándose los mocos. Vio la silueta de un chico justo en frente de la puerta del jardín delantero, abrió y vio al joven, se quedo mirándolo con poco interés ¿Dónde lo había visto antes? ¿lo conocía?

—Buenaaaas...—. El chico también tenía su misma energía de desinterés. Tampoco le molesto verlo sacarse los mocos como si nada. —¿Esta Kagura?

Lo ojos muertos de Gintoki se afilaron y retomo su interés —¿para que la buscas? 

—Pregunte si esta casa. No tiene prendido su celular. 

El celular de Kagura estaba debajo de un montón de ropa sucia en su habitación vibrando y sonando a no poder más. Y no apagado. 

El chico le indico que estaba llamando y la llamada se cortaba diciendo que estaba apagado o fuera de servicio. —Ayer no fue a la universidad y tampoco contestó. Estoy preocupado— puso voz de buen chico, algo que su cara no reflejo. 

El mayor de muy mala gana contestó —se quedo dormida y luego hacia demasiado calor para salir. Por eso no fue a la Universidad, así que si ella se encuentra bien. 

La rubia se asomo en la entrada de la casa para ver porque no volvía Gintoki —¿Qué ocurre Gin?

—¡Es un testigo de Jehová! Le estoy diciendo que no creemos en su fe y que no vuelva—. Dijo esto mientras trataba de cerrar la puerta más el pie del chico se colocó justo para que no pudiese lograrlo a tiempo. Ambos forcejearon en la puerta enseñándose los dientes. 

—¡Buenos días Tsuki!— hablo fuerte Okita. Tsukuyo como es natural se acerco y le dio un golpe en la cabeza a Gintoki. 

—Déjalo pasar, es amigo de Kagura— lo regañó y abrió la puerta.

El castaño paso sonriendo por que se salió con la suya.  Hoy en especial el detective se arreglo con bastante esmero, se propuso definitivamente que hoy vería a Kagura. Abandono a primera hora la casa del vecino y amigo de la infancia de Kagura y fue a su casa para cambiarse. 

¿Qué clase de policía eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora