2

343 29 8
                                    

Capitulo: Rondas. 

Lunes: sin resultados. 

Martes: sin resultados.

Miércoles: sin resultados. 

Jueves: sin resultados... 

Termino escribiendo en su libreta había acechado todas las esquinas fuera de los territorios de bandas, y grupos, sin resultados toda la semana, no había rastro de la chica china, miro la foto en su celular, la dirección decía: Sakata 954. Verifico los integrantes de la vivienda y solo había dos ocupantes registrados, Kagura, sin apellido y un tal Sakata Gintoki, que era un profesor de escuela de preparatoria, sin deudas, sin prestamos, el problema era que ninguno de los dos tenia mayores registros hace más de siete años, el mayor adquirió la vivienda cuando tenia veinticinco años, se mudo primero y a los meses llevo a la chica a vivir con él, legalmente era su tutor, masco la parte trasera del lápiz tinta que tenia en sus manos. Hizo malabares para tener tiempo de investigar la casa, los ocupantes, sus ocupaciones, paralelamente mantenía vigilancia en las esquinas de todos los focos de prostitución, los conocidos, los nuevos y los que podían ser propicios, pese a todo tenia dos investigaciones en proceso. 

—Oye chico— una rubia con cicatrices en su cara le golpeó la ventanilla del auto, espero paciente a que este bajara el vidrio.  Ella llevaba un vestido típico de una prostituta pero su predisposición física era una de alguien peligroso. —Estas en mi territorio policía, tienes que moverte de aquí si no tienes asuntos legales o privados con este recinto. 

Estaba aparcado en un callejón, pensó que allí podría espiar y hacer guardia, sin incomodar a nadie, también estaba en un territorio bastante pasivo, hace unos buenos años este se había vuelto territorio neutral luego que un demente asesinara al antiguo jefe del lugar y derrotará a todos los mafiosos que controlaban la zona, ahora las misma mujeres que trabajaban allí, mantenían la seguridad y protección, eran tranquilas, moderadas, muy eficientes, el mismo hecho que ellas se hiciesen cargo de todos sus inconvenientes mantenía esas calles en paz. 

La mujer estaba fumando un kiseru, este en vez de bajar el vidrio abrió la puerta bajándose del vehículo, guardo su libreta, parecía relajado pero la mujer no bajo la guardia. —Eres de la hyakka ¿Tu nombre?

—Tsukuyo. Preguntas antes policía ¿Tienes algún asunto? 

—Buscaba a alguien y tal persona me parece no a venido, no quería molestar. 

—¿Cómo luce tu amiga? 

—Ojos azules, baja y tragona— cuando dijo eso, ella rió, negó con la cabeza. 

—No hemos recibido a nadie así, aunque me suena, pero mi amiga no esta en este rubro— la mujer tenia un aire de madures que solo se alcanza cuando has sobrevivido a un infierno ida y vuelta. 

Le dio su tarjeta a la rubia, ella la acepto y registro el numero en su celular —si alguien así llegase ¿Podría avisarme cuanto antes?— Ella midió la preocupación en sus palabras, asintió cuando verifico que era genuino. 

Viernes. 

Ella estaba en la esquina pero cuanto vio el sedan negro, salio corriendo como una animal de velocidad, Okita se quedo mascullando, lamento el no poder perseguirla, justo se provoco un embotellamiento en el lugar. 

Sábado. 

La china apareció pero nada más llegar estaban los dos detectives esperando por lo que varias cuadras antes Kagura se desvió y se perdió entre la gente. Ofuscada por no poder trabajar como deseaba, los días pasaban y ella seguía sin ninguna ganancia, necesitaba ese dinero, solo le quedaban seis meses para reunirlo.

¿Qué clase de policía eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora