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Capitulo: Un poco de investigación. 

Sougo se apareció casualmente el día lunes en su trabajo, claro que no tenia porque estar allí, ya que todavía estaba con la licencia medica, se sentó un rato en su escritorio, entro al sistema para verificar unas cuantas cosas, hasta que el monitor del computador se apago. 

—Hijikata-san ¿qué haces? no ves que estoy trabajando.

El pelinegro le giro la silla completamente furioso. —¡¿Qué haces aquí?! estas lesionado, tienes que estar en tu casa descansando. 

Okita se tapo los oídos, rodó los ojos —solo vine a ayudarte un poco, pero ya que ni el papeleo me vas a dejar hacer, me voy— se puso de pie levantando las manos, como si hubiese hecho nada. 

Su compañero lo observo guardarse las manos en los bolsillo e irse, sin dar problema alguno, seguro tramaba algo, encendió de nuevo el computador pero no pudo ver que era el programa que había estado usando, se froto los ojos, solo esperaba que no fuese a causar problemas con la información que acababa de obtener ese loco. 

Con la dirección que saco del sistema, fue a ver donde trabajaba el famoso Gin-chan, estaba de camino cuando vio al sujeto de la otra vez, y este también le vio, alzo una ceja, lo había notado, Okita levanto la mano, sin ánimos de saludar pero ignorar a un compatriota de la chica que estaba pretendiendo era demasiado, un saludo no lo iba a matar. 

—¿Tú no trabajas?— le pregunto con ánimos de sermonearlo el hombre con la sombrilla. Okita esperaba que lo ignorara para seguir su camino.

—Tengo una lesión— el hombre lo vio, a simple vista no parecía lesionado, más bien las palabras de su boca sonaron a mentira. 

—La pierna izquierda, dos huesos rotos ¿Kagura? ¿es reciente? 

—De la semana antes pasada— le perturbo el hecho que fuera tan asertivo ¿cómo lo hizo?

Como si supiese lo que estaba pensando —sabemos mucho de huesos rotos—. El castaño mayor lo observo mejor —para un humano eso es una recuperación muy rápida, supongo que hay algunos humanos sobresalientes, pocos pero hay— Okita entendía bien esa expresión de superioridad que tenia justo ahora. —Duerme bien y come bastante, te repondrás luego. 

La recomendación le sonó al método que tenia Kagura para curar, aunque ella era más consiente de sus limitaciones como humano, preparo varias medicinas y comidas para ayudarlo con su recuperación. —Ya me lo aconsejaron, gracias— fingió una sonrisa. A casi lo olvidaba se volteo para salir de su duda —¿por qué los yato dejaron a Kagura con un hombre humano de mediana edad? ¿no hay pocas mujeres yato? ¿el hermano de Kagura no le importa?

Abuto se rasco la sien, midiendo su respuesta, a diferencia de sus compatriotas el era calculador, sereno e inteligente. —Su padre fue quien lo decidió, y su hermano lo aprueba, es más su hermano tenia intenciones que Kagura se emparejara con el hombre de mediana edad, como le dices tú. 

Okita hizo una mueca, ya que no pudo disimular el horror en su respuesta. 

—No me malinterpretes, ese idiota no tiene esas pretensiones con Kagura, es más el sueño trastornado de Kamui, ya que es el primer humano que admite como digno, como decirlo es como buscando el futuro padre poderoso para que un niño entre ellos sea un verdadero monstruo. 

—¿Un niño fuerte?— Abuto asintió. En su cara se veía el desagrado de lo que estaba diciendo. —Abuto y tú ¿qué opinas?

 —A mi me da igual, Kagura tiene que elegir, de todas formas todos los humanos en comparación con los yato la tienen pequeñas, así que tarde o temprano volverá con su gente—. Okita miro para arriba al enorme sujeto, eso era darle justo en el orgullo, como hombre, como humano. —No te sientas mal niño, así es la vida, saluda Kagura en mi nombre. 

¿Qué clase de policía eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora