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Capitulo: Maldito lisiado.

—Déjate de llorar ¡¿Quieres?!— Ella estaba parada en la puerta, mientras Sougo le estaba pidiendo que no se fuera —déjame ir.

—Estoy invalido ¿que no ves?— Kagura lo empujo.

—¡No lo estas!— salio de allí dando pisotones, llevaba un bolso debajo del brazo y su celular para guiarse, había comprado una muleta por Internet y quedaba cerca de allí. Ademas iba a ir a dejar la licencia medica de Sougo, sabia que al momento de verse solo el día lunes este iría a presentarse a la comisaria, no a trabajar, seguro que a molestar en el trabajo a los demás.

Un enorme sombrero y lentes de sol la protegían del ardiente sol de verano.

Llego a una zona de departamentos cerca de la estación de tren, fue al piso y al depto del anuncio, toco el timbre, cuando abrieron la puerta, ella enseño inmediatamente el anuncio —Buen día, estuvimos escribiéndonos por el articulo que tiene en venta.

—¿Eres una chica?

—No en realidad soy trap, no te emociones tengo pene— pestañeo varias veces y enmarco las cejas. El chico fue por las muletas, ella saco el dinero acordado.

Salio de allí, cuanto antes, se subió al tren para ir a la comisaria, la gente se le quedaba viendo porque llevaba las muletas, antes de salir de la estación hurgó en los basureros y se enrollo el pie con una bolsa blanca y cinta adhesiva de su bolso y simulo que estaba enyesada, una lisiada que iba muy rápido pese a su imposibilidad.

Entro a la comisaria, vio a algunos policías que se le quedaron mirando, lucho contra las ganas de enseñarles el dedo medio, hizo unas reverencias rápidas fue por los escritorios, vio a Toushi, se quedo parada hasta que el moreno alzo la vista y sus ojos oscuros azules se dieron cuenta que era ella.

—¿Te arrestaron?— pregunto preocupado y levantándose de pronto llamando la atención.

—Osu. No, no lo han hecho— Hijikata miro buscando a Sougo pero no lo encontró —vine a dejar una licencia al gorila de este lugar, el idiota se fracturo la pierna el día de ayer.

Hijikata se le quedo viendo, ella llevaba una bolsa en la pierna y simula tener una fractura. —Dime que no te fracturo y luego tú se las devolviste o al revés— ella le hizo paz con las dos manos mientras hacia un globo de chicle de forma despreocupada y con cero culpas.

—No, la gente me miraba mucho por llevar las muletas. Así no se me quedan mirando.

Él entendió, no estaba lesionada, Kagura volteo y fue a la oficina cerrada con enormes ventanas cubiertas con persianas blancas, golpeo la puerta y luego entro. El gorila estaba revisando unos documentos, ella le dejo el papel medico encima, el adulto de mediana edad levanto la vista y sonrió en el acto ella levanto una mano con la muleta y la agito.

—Kagura-chan ¿cómo esta Sougo?— pregunto animado.

—Llorando en casa.

Kondou se rió —eres muy graciosa—. Eso era algo difícil de creer.

—Bueno me voy señor gorila, tenga buen día y un buen día de trabajo tranquilo— Salio rápido y fue a despedirse de Hijikata —Ey Toushi no dejes solo al sádico en casa.

—¿No puedes verlo tú en la semana?— protesto de inmediato.

—Tengo periodo de exámenes. De todas formas estaré pendiente, le quebré los dos huesos, tengo que compensarle de alguna forma— el detective se rasco el cabello, impresionado por la declaración —buen trabajo.

¿Qué clase de policía eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora