DongHae miraba su anillo sobre la mesita de noche.
— HyukJae —Susurro tomándolo en su mano.
Su celular sonó, y lo tomó.
"De: HyukJae
Para: Mi ladrón de besos.Estoy ansioso porque sea sábado, ya quiero verte.
Descansa, y sueña bonito."
No pudo evitar no sonreír ante el mensaje. Se dejó caer en la cama, se sentía emocionado.
Cerro los ojos, tratando de dormir.
"— DongHae te he traído un té —Sooyeon entro a la habitación.
— Gracias —Se acercó y miró a la mujer — creí que estarías enojada conmigo —
— Las palabras de Dara me hicieron recapacitar —Se sento en la cama — no he sido una buena madre y menos contigo, ven...—
DongHae fue a su lado sentándose a su lado. Sooyeon tomó su mano.
— Perdóname hijo —Su mano libre tocó la mejilla de DongHae —
— Mamá —Sus ojos se encontraban cristalizados —...yo...—
— No digas nada, hijo...—Lo abrazo.
DongHae sonrió cerrando los ojos. Cuando se separaron Sooyeon le paso la taza con té.
— Tomatelo, para que puedas descansar —
— En serio...gracias, mamá —"
— ¡Buenos días, familia! —JungSoo entro al comedor con una radiante sonrisa.
— Buenos días, JungSoo —JungSeo saludo — ¿por qué tan feliz? —Sonrío sabiendo la respuesta.
— La vida es bella —Abrazo a su ex cuñado — ¿o no te lo parece a ti? —
— Claro que si —Miro a la entrada — mira ya llego tu motivo de felicidad —Señalo al pelinegro que iba entrando.
— Buenos días —Saludo.
JungSoo se acercó a él abrazándolo.
— Hola hijo —Lo abrazo.
— Hola...papá —Cerro los ojos.
— ¿Cómo amaneciste? —Pregunto cuando se separó.
— Bien, cuando desperté...por un momento pensé que todo lo había soñado —
— Gracias al cielo no —Lo abrazo de nuevo.
— Buenos días —Dara entró a la cocina.
— Buenos días —JungSoo se separó y abrazo a Dara besando su frente — ¿cómo te sientes? —
— Ya mejor —Le sonrio correspondiendo su abrazo.
— Vamos a desayunar —Les dijo a los dos.
DongHae y Dara asintieron tomando asiento. Saludaron a JungSeo.
— ¿Dónde está Siwon? —Pregunto Hae.
— Tuvo que ir con KangIn a las empresas —Le dijo JungSeo.
— ¿Paso algo grave? —Pregunto preocupado.
— Nada de eso, tú no te preocupes —JungSeo le sonrio.
— Tú solo debes de pensar en recuperarte —Dara habló mirando a su hermano.
— Tú también debes de descansar —Tomo su mano.
— Es lindo verlos de esta manera —Comentó JungSeo.
— Si...es lindo estar así —Dara miro a su padrastro — te debo una disculpa por todo lo que te he dicho, siempre has sido un padre para mi y me has dado todo lo que he necesitado. Te amo —
— También te amo, Dara —Le sonrío.
***...***
— Buenas tardes, doctor Chan soy el abogado Kim JongHoon y él es mi cliente Park JungSoo —Le dijo el pelinegro con seriedad.
— Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlo? —
— Mi cliente quiere saber acerca del doctor Bae Su-Ji —Le respondió — ¿aún trabaja aquí? —
— Lo siento no puedo dar información privada acerca de mis doctores —
— Doctor Chan le recomiendo que colabore con nosotros porque mi cliente puede demandar al hospital por culpa de uno de sus doctores por incompetentes —Puso sus manos en el escritorio.
— Permitame...voy a llamar al doctor Bae —
Yesung miró a JungSoo asintiendo.
Unos minutos después, un hombre de unos 54 años entró a la oficina.
— ¿Para que me llamaba doctor Chab? —
— Ellos quieren hablar con usted —Señaló.
El doctor Bae miró a las dos personas.
— Señores ¿para que soy bueno? —
— ¡Para venderse para eso es bueno! —JungSoo le dijo dándole una cachetada.
— Señor —Lo miró con el ceño fruncido.
— ¡Usted es un maldito infeliz mentiroso! —Golpeó de nuevo su rostro. Yesung lo separó.
— Mi cliente es Park JungSoo...usted lo atendió cuando dio a luz, y le mintió diciéndole que su hijo había nacido muerto cuando en realidad usted se lo dio a la señora Park Sooyeon —
— Y-yo...y-yo...—El corazón latía contra su pecho — ¡ella me...me obligó! —
— ¡Maldito mentiroso! —
— ¡Doctor Bae! ¿¡Cómo es que usted pudo hacer eso!? —
— Esa mujer me pagó dos millones de dólares para entregarle a los bebés del señor Park —Confesó.
— ¿B-bebés? —JungSoo preguntó. — ¿¡cómo qué bebés!? —
— La bebé de la señora Park Sooyeon fue quien nació muerta —Dijo dando un suspiro.
JungSoo tuvo que sentarse, el corazón latía contra su pecho ante tantas confesiones.
— ¿E-entonces...e-entonces usted...? —
— Cuando se entero que usted había tenido gemelos, me pagó el doble para que le diera a ambos bebés...un niño y una niña... —.