DongHae sonrió mirando con orgullo su nuevo hogar, después de horas de ardua limpieza ahora ya se veía como una casa verdadera. Escucho la puerta ser abierta y la voz de su esposo llego a sus oídos.
— Llegué —.
HyukJae se quedó en la entrada mirando todo totalmente sorprendido. Ahora, en realidad, si parecía una verdadera casa; no podía creer que DongHae había hecho todo eso.
— ¡Hola! —DongHae fue a su encuentro con una gran sonrisa en su rostro. El rubio trago saliva, y es que los ojos de Hae le ponían nervioso porque notaba un hermoso brillo en ellos — ¿y qué dices? —Pregunto.
— Impresionante —Admitió Hyuk —, la verdad no pensé que serias capaz de dejarla así...—
— Pues me ofendes, cariño —Sonrío juguetón —...no soy un niño mimado que no mueve un plato, y te lo he demostrado antes y ahora —Río. Sus brazos fueron al cuello del contrario y se fue acercando hasta poder besar sus labios.
— Tengo hambre...—Se apartó HyukJae antes de que lo pudiera besar.
— Ouhhh claro —DongHae decidio dejar pasar ese pequeño mal presentimiento que tuvo — bueno...no había mucho en la alacena, y con ayuda de algunos aldeanos fui al mercado del pueblo, compre algunas cosas —
HyukJae siguió al menor hasta la cocina y quedó por segunda ocasión sorprendido. La cocina estaba reluciente, y tenia que admitir que olía muy bien. DongHae sirvió un poco de comida y la puso sobre la mesa; se sirvió para él y ambos tomaron asiento en las sillas.
— ¿Qué cosas fuiste a hacer? —Pregunto Hae comiendo.
— Tuve que ir a hacer unos trámites y a hablar con algunas personas —Respondio —...¿y tú? ¿hiciste algo más que esto? —
— No —Hae le dijo — pero...Siwon vino de visita —
HyukJae fruncio el ceño al escuchar ese nombre. ¿Para qué Siwon había viajado desde Seúl hasta aquí?
"Es muy lógico...para qué...o más bien por quién"
— ¿Y qué dijo? —Miro a Hae.
— Nada importante —Respondio dando un suspiro.
— Viajo desde Seúl hasta aquí para "nada importante" ¿en serio? —Pregunto con algo de celos.
— Siwon sólo dijo cosas negativas acerca de nuestro hogar —Le dijo DongHae —...además dijo que tú nadabas en dinero, y que me tendrías que tener como el príncipe que dice que soy —
— ¿Y...qué piensas tú? —HyukJae le pregunto — ¿crees que sea cierto? Sabes, me encantaría tenerte viviendo como un príncipe, pero mi situación no me lo permite —
— Lo sé, cariño —DongHae puso su mano sobre la de su esposo —...pero te lo dije hace un tiempo, no me importa vivir bajo un puente si estoy con la persona que amo...y ese eres tú —Le sonrío —, Hyuk no me importan los lujos ni el dinero...mientras estemos juntos —
— Me alegra mucho que pienses de esa manera —HyukJae le dijo.
"¿Por qué mientes tan bien? Veremos durante cuánto tiempo aguantas este papel de esposo comprensivo"
Terminaron de comer en silencio. DongHae se levantó y recogió los platos, los puso en el fregadero y se recogió el cabello en una coleta.
***•••***
HyukJae estaba sentado en la cama. Su cabeza daba vueltas, y es que se sentía demasiado confundido.
Estaban sus sentimientos de venganza y por otra parte estaban los sentimientos que DongHae había despertado en él con su adorabilidad, con su tierno y bello rostro. Por Dios, no sabía que hacer.
DongHae entro en la habitación con una bata de baño. Su cabello mojado, y le dedico una leve y tímida sonrisa. Se acercó a él hasta que estuvo en su regazo. Y unió sus labios en un beso dulce.
— Te amo —DongHae le dijo acariciando su mejilla —...hazme el amor, Hyukkie —Susurro.
El de cabello largo se levanto, y dejo caer la bata ante la sorprendida mirada de HyukJae, sus ojos recorrieron el cuerpo desnudo de su esposo. Trago saliva.
— ¿H-Hyuk? —
— No puedo, DongHae —Le dijo levantándose y pasándole la bata de nuevo — perdona, dormiré en la sala —
Salió de la habitación hasta el baño, se echó agua en la cara.
DongHae se colocó de nuevo la bata, y se sentó en la cama, las lágrimas fueron cayendo una a una por sus mejillas y se abrazó a su mismo sintiéndose patético. Llevo su mano a su boca para acallar los sollozos.
HyukJae estaba sentado en el sofá, sintiéndose muy mal. Echo la cabeza hacia atrás mirando el techo.
— Hermano...¿qué puedo hacer?
>>Ni aunque te dijera, me escucharías...eres muy terco cuándo te lo propones<< Hablo MinHo cruzándose de brazos.