Octava casa

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*Siguiendo con el paso que iban ninguno de los dos había dicho una sola palabra al respecto, lo cual era un poco raro para el rubio pues desde que tenia uso de razón el castaño siempre era de los que suelen hablar de diversos temas en el camino, pero desde que salieron de esa casa el ha guardado silencio que el rubio no sabía si debía de preocuparse o no ya que no le era normal, al menos no desde que lo vio, así que se tomo la molestia de tener que dar una iniciativa.*

Shion: ¿te sientes bien?

*Quizás no de las mejores pero era lo mejor que se le pudo haber ocurrido.*

Dohko: on, si... Estoy bien.

Shion: ¿seguro?

Dohko: claro ¿por qué no lo estaría?

Shion: andas muy callado.

Dohko: aah es que se me agotaron las ideas para poner en marcha el conversatorio, es todo.

*Pero al rubio no le convencía para nada, de todas maneras podría encontrar la forma de averiguarlo pero primero debían de entrar a la siguiente casa cuyo símbolo era un enorme escorpión vigilando la entrada con su vista fija hacia ellos provocándoles una sensación de incomodidad, como si sintiera que pequeñas patas estuvieran subiendo por su cuerpo hasta que abrieron las puertas de la casa mirando a su alrededor de la manera en que se pudiera debido a que era un poco ampliada, un olor a manzana abundaba y con ello un sonido de masticar rompía ese silencio.*

*Adentrándose mas a fondo encontraron a un niño sentado sobre una de las cajas doradas mientras que comía una de esas manzanas, su uña tan larga y afiladamente carmín brillaba como los propios glóbulos sanguíneos, la punta parecía estar sumamente ideado para atravesar a alguien, esperaban que ellos fueran una excepción.*

Kardia: aah! Shion, con que al fin te has metido en problemas jejejeje

*Decía en lo que no les daba la mirada pero de todas formas estaba al pendiente de los dos.*

Kardia: el patriarca no se oye muy feliz con lo que ha escuchado ¿sabes?

Shion: he de suponer...

Kardia: y creo que trajiste a un testigo para que justifique tus acciones ¿verdad?

*Con eso miraba al castaño quien parecía un poco desconfiado con respecto a lo que seria presentarse, por lo que solamente estaba desviando un poco la mirada antes de volverla a enderezar hacia el niño de cabellera desordenada.*

Dohko: en parte si, pero igual vengo a acompañarle.

Kardia: jumph! Bueno ya que lo dices así, espero que te vaya bien con el patriarca, si es que no te regaña igual.

Shion: solo lo hará conmigo.

Kardia: pfff jajajaja lo creeré cuando lo escuché con mis propios oídos, por lo que les debo desear suerte.

Dohko: pues muchas gracias ¿nos dejarás pasar entonces? Ya que si no estas haciendo nada.

Kadia: oye detenido tu tren ahí, primero debes de ir pasando por encima de mi.

*Dijo dando un salto hacia abajo de donde estaba mientras que se iba acercando paso a paso hacia ellos con una mirada fija y firme.*

Kardia: verán, no sé como le hicieron en las otras casas, pero en esta si les va a ser difícil el que tengan que pasar.

*Con una confiada mirada les miro a ambos de brazos cruzados.*

Kardia: en primer lugar, deben ponerse de acuerdo en trabajar juntos, luego les indicare que deben hacer.

*El castaño miro al rubio, y el rubio miro al castaño, ambos sin decir nada acortándose de hombros levemente para así mirar hacia el otro niño delante suyo quien tenia una sonrisa de lado a lado teniendo su uña a la vista.*

Kardia: ¡bien! Les daré una adivinanza! Pero entre ustedes dos deben acordarla para que uno de ustedes de el resultado final, pero yo no debo escuchar lo que murmuran ¿vale?

Shion y Dohko: vale!

Kardia: bueno, veamos...

*Mientras que iba andando de un lado a otro en lo que iba golpeando suavemente su mejilla con su uña tan afilada como un alfiler, lo que era objeto de atención de parte de los dos niños que miraban como de un lado a otro iba caminando hasta que se detuvo frente a los dos.*

Kardia: a ver: ¿que es mas afilado como una aguja, pero letalmente venenoso?

*Y antes de que los dos niños comenzaran a ir andando a dialogar el tercero intervino.*

Kardia: les daré media hora para que lo conversen!

*Y sin dudarlo giró el reloj de arena que tenía ahí, y sin dudarlo los dos niños le dieron la espalda antes de empezar a susurrar.*

Dohko: ni la menor idea, pero me hace que es el colmillo de alguna serpiente.

Shion: los colmillos de una serpiente son grandes, no pican como una aguja.

Dohko: ¿entonces qué puede ser?

Shion: puede que seas algo peligroso pero al mismo tiempo aparentemente inofensivo.

Dohko: ¿como una aguja envenenada?

Shion: es posible.

*Los dos estaban indagando más, pero el tiempo les iba en contra por lo que lastimosamente su conversación estaba andando hacia abajo por buscar una posible solución, para ambos al parecer ese inconveniente de lo pasado en la casa anterior se ha ido como la espuma hasta que luego el bombillo a uno de los dos se le ha encendido.*

Dohko: ¡lo tengo!

*Y tras susurrarle al oído el plan el reloj de arena estaba dando sus últimos granos hacia abajo hasta ya no quedar.*

Kardia: ¡se acabó el tiempo! Denme su respuesta ahora!

*Los dos se separaron de la Mini reunión casi con la misma cara de confianza.*

Dohko: ¡es el escorpión!

*Dijo apuntándole con el dedo inicial mientras que mantenía una sonrisa sumamente ampliada, el niño solo lanzaba y atrapaba una manzana.*

Kardia: ¿por qué?

Dohko: ¿eh?

Kardia: específicame el porque de tu respuesta.

Dohko: eehh...

*Esta vez el rubio intervino.*

Shion: porque su aguijón puede verse pequeño y sentirse como una aguja, pero en realidad su veneno es tan mortal que puede matar en caso de no ser tratado a tiempo.

*El niño dejo de atrapar su manzana soltando una risa algo altanera.*

Kardia: ¡jajaja! Al parecer de tanto golpe y regaño por fin se te grabo algo ¿no?

*El rubio le miro bien feo.*

Kardia: jeje bien, esta correcto... Por esta vez les dejare pasar pero no se confíen a la siguiente.

*El castaño había quedado algo anonadado, de por no decir que sorprendido que el mismo Shion le haya defendido para que luego los dos fuesen avanzando para así tener que salir de la dichosa casa en su olor a manzana, luego el castaño se acerco.*

Dohko: oye, ¿cómo supiste todo eso?

Shion: la uña que tenia era un aguijón de escorpión, por todos los caballeros aspirantes a Escorpio la tienen... Mejor ni la toques.

Dohko:..... Ok!

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