Pequeña hermandad

22 5 0
                                    

*Después de esos días en donde los dos, ahora caballeros, recordaban esos buenos momentos de infancia, nunca faltaría el cómo lo recordaban ahora a vista de una perspectiva más madura y analítica, y aunque los tiempos cambiaban junto a los acontecimientos, no significaba que eso dos en sus determinados momentos tuvieran sus oportunidades de hacer el cambio esperado durante el proceso de la tierra en su eje rotatorio, comenzando con pequeñas acciones como las de ir a llevar recursos a as zonas más afectadas por afín ataque reciente de algún espectro o similar a ello.*

Shion: ¿todo bien por allá?

Dohko: creí que nunca lo preguntarías, por supuesto que si.

Shion: bien, empecemos ya que la noche caerá y aún tenemos mucho por hacaer.

Dohko: jejeje a estr paso si te irás pareciendo más al maestro Hakurei.

Shion: si claro...

*Y una de esas tardes no era la excepción, después de días y horas de viaje por carretera por diferentes fronteras hasta Oriente, pudieron llegar precisamente a esa zona afectada por una fuerza sobrenatural llevando los recursos aprobados por el mismo patriarca hacia los afectados de la zona que a duras penas estaba en pie, un ambiente destrozado pero con casas cercanas a una principal que era tan familiar como si fuese ya algo visto mientras desembarcaban algunos granos para la cosecha.*

"¿Eres tu?"

*Se oyó una voz.*

Dohko: ¿huh?

*Cuando volteo a eras penas pudo reconocer ese rostro, un rostro femenino marcado por la edad que pese a que ya no tenía la misma figura de antes si conservaba esa mirada que en vagos recuerdos le traían una nueva nostalgia.*

Maestra: aaah! Si eres tu! Mira como has crecido ahora.

*Quería pero no podía, más la felicidad era compartida entre los dos, pues el rubio también se sentía feliz de volver a tener en vista aquel mismo rostro.*

Dohko: si, que bueno volver a verla maestra.

¿porque estas a mi lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora