Pequeño camino

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*A la mañana siguiente el cantar de los pájaros resonaba en todo el sitio como si buscaran despertar o reemplazar a los gallos que hasta ahora no han podido dar señal de presencia, lentamente los ojos del hombre se fueron abriendo casi de par en par cuando los primeros rayos de sol pudieron tocar su cara haciendo que su cuerpo se fuese levantando de su cama para ir en su rutina diaria de levantamiento de su cama hasta ir al baño a asearse, ya cambiado de ropas despacio bajo a la sala estirando sus brazos.*

Titirtero: buenos días pequeño! Es momento de despertar.

*Pero no recibió respuesta alguna de su parte, solo una quietud que venía de parte del menor todavía en el sofá cubierto de pies a cabeza, el adulto solo negó con la cabeza antes de ir a la cocina a preparar el desayuno sin hacer mucho ruido para evitar despertar al pequeño en todo el proceso, seguido de ello procuraba dar un buen desayuno para el largo camino que les deparaban a los dos.*

Titiritero: hey niño, ya esta lista la comida.

*Dijo removiéndolo suavemente pero manteniendo la distancia respectiva mirando como el menor se removía suavemente en su sitio tratando de despertar.*

Titiritero: ¿fue muy incómodo?

*No recibió alguna razpuesta.*

Titiritero: disculpa, quizás debí poner más mantas ahí.

*Levantándose caminó hacia el comedor a repartir la comida en ambos platos, los vasos llenos y entre otros.*

Titiritero: ven, es hora de cenar, o si quieres bañarte avísame para limpiar un poco ya que nop te gustaría ver lo que se encuentra allá adentro.

*Se rascó la nuca riendo suavemente mientras que el menor se iba sentando en la silla que le correspondía tratando de tener la mirada sobre la mesa ya que del hambre solo miraba el plato lleno que estaba frente a el.*

Titiritero: bueno, antes de entrar a comer quisiera decirte que el camino es bastante largo por lo que estaba pensando que...

*Pero cuando elevó su mirada hacia el menor éste ya estaba comiendo lo que tenía en su plato, sus mejillas estaban algo infladas por estar llenas de comida que estaba masticando.*

Titiritero: eemm... Olvidalo... ¿en qué estaba? Ah si... el camino es demasiado largo para que lo continúes solo.

*El menor solo le estaba mirando en lo que comía.*

Titiritero: así que pensaba que pudieras ir con alguien que te ayude a viajar pero que sea de confiar, y ese es el problema, ¿acaso conoces a alguien que es de aquí?

*El menor sin dejar de masticar negó con la cabeza.*

Titiritero: aahh... ¿Lo ves? Es un gran problema ya que eres un niño y yo no tengo a alguien para que pueda ejecutar el viaje, será difícil hacer que te lleven a tu destino.

*dijo con mucha preocupación, además de que tambien estaba hecho un nudo en su mente que el impedía pensar con claridad las cosas, aunque a medida que fueron terminando el hombre elevó la mirada hacia el menor.*

Titiritero: a propósito... ¿Qué tanto quieres ir allá y porque? ¿Estas huyendo de alguien más?

*El rubio cuando termino de comer no dejo ni las migajas en el plato, elevó de segundo su mirada hacia la arriba antes de bajarla en lo que tomaba su plato entre sus manos.*

Shion: quiero ver a mi primo.

*Fue todo lo que dijo antes de ir a la cocina a dejar el plato en el agua, el hombre por su parte se sorprendió un poco pero haciendo lo mismo salvo que limpiaba de verdad los platos.*

Titiritero: aaah, así que es por eso ¿quieres ver a tu primo?

*El rubio asintió con la cabeza.*

Titiritero: eso ya tiene sentido, si tienes un familiar del otro lado puede que sea menos tedioso pero debes dar el nombre de la persona en custión o no sé que preguntas harán pero de todas formas debes estar seguro de lo que vas a decir.

*Cuando ya los dos estaban listos, el hombre guardó los muñecos, todos, en la misma caja cuidadosamente antes de ir a la puerta abriéndola lentamente.*

Titiritero: bueno, vayamos entonces, que luego nos atrasamos más y la gente se amontona.

*El menor por su parte asintió con la cabeza y salió de la casa a paso algo acelerado, escuchó la puerta cerrarse y los pasos del hombre que le estaba guiando en el sendero en lo que le conversaba algunas cosas con respecto al trato de la gente mientras que el menor solo escuchaba, asentía o negaba con la cabeza, y seguía el camino que iba más allá del pueblo.*

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