¿Qué son esas cosas?

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*casi al terminar su cena subió a la habitación a tomar de nuevo su mochila y guardar el martillo y destornillador nuevamente, al igual que unas bolsas con sumo cuidado antes de poner la dicha mochila debajo de su cama y bajar al comedor de nuevo con los demás niños y acomodar la mesa para las clases de mañana, así para cuando se pusieron a dormir solamente era el silencio de la habitación quien estaba en completo silencio y en una frescura que solamente puede ser describida como orquesta nocturna.*

*durante el transcuerso de la noche a la mañana solo era silencio hasta que la mañana del gallo al cantar todos rutinariamente se levantaron, pero el pelilimón estaba au nen su cama cuando los demás estaban levantándose de éstas para revisar debajo de su cama y sacar despacio su mochila.*

Dohko: ¿qué haces? ¿Puedo ayudarte?

Shion: no.

Dohko: ¿por qué?

*no recibio respuesta pero después de unos minutos.*

Shion: no... No es nada... Solo es mi mochila.

*el castaño sorprendido porque le hablo un poco más le sonrie un poco antes de palmear suavemente su espalda.*

Dohko: bueno, pero si necesitas ayuda puedes decirme.

*el pelilimón asintió con la cabeza mientras que abrió un poco la mochia antes de ir a bajar a desayunar, seguido de ello las clases, después cuando los niños salieron afuera subió a la habitación a sacar las anteriores herramientas. Dohko que al ver que no llegaba a salir del orfanato se extraño, era posible que de alguna manera el pelilimón este necesitando ayuda pero por razones de orgullo quizás no quiere decirlo, entonces fue adentro del edificio a buscarlo encontrándolo en la habitación sosteniendo el martillo y destornillador dorado en sus manos después de haberlos sacado de la mochila que tenía alado de su cama, con sorpresa y llevado por la curiosidad entró sin más.*

Dohko: ¿qué es eso que tienes?

*al parecer eso le asusto, intento ocultarlos pero era inútil cuando se percato de que estaba sentado a su lado.*

Dohko: ¿son tuyos?

*se acorto de hombros pero asintió con la cabeza sosteniéndo las herramientas con fuerza.*

Dohko: es muy raro, ¿te lo dieron tus padres?

*no entendió del todo a qué se refería con ello pero en parte de eso asintió con la cabeza.*

Dohko: ¡que genial! ¿Puedo verlos?

*le extendió la mano para intentar tocar las armas, éstas fueron alejadas por las manos ajenas de manera rápida.*

Dohko: ¿ah? ¿Qué pasa?

Shion: ......

Dohko: emmm... ¿no puedo?

*le respondió con negar la cabeza*

Dohko: ¿por qué?

Shion: puedes.... Romperlos...

*respondió bajo mientras que se bajaba de su cama.*

Dohko: oh, es frágil...

*aun estaba en la cama sentado.*

Dohko: pero yo no quiero dañarlos, solo quería verlos...

*se cruzo de brazos frunciendo el ceño mientras que infla sus mejillas.*

Dohko: al menos, ¿puedo saber que harás con ellos?

*se bajo de la cama siguiendo al pelilimón fuera de la habitación hacia afuera del orfanato porque en realidad no tenía nada por hacer aunque el pelilimón no le respondió nada de nada en el camino hasta que llego al sendero que llevaba a la colina.*

¿porque estas a mi lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora