¿porque estas a mi lado?

Segunda casa

*Así continuaron caminando por los escalones, algunos estaban sin terminar por lo que debían de usar sus manos para subir de apoco por los estrechos que de apoco se estaban presentando en el camino, aunque no era mucho problema para los dos quienes estaban acostumbrados para empezar a trepar hacia la siguiente casa que a diferencia de la otra por estructura y algunas otras cositas, su símbolo parecía ser el de un toro enojado a puntando con sus cuernos hacia los presentes, provocando una extraña incomodidad hacia el castaño.*

Dohko: uuuh... Supongo que el que vive aquí debe ser muy gruñón.

*Dijo cuando ya estaban abriendo las puertas de la dichosa entrada, el castaño no veía a nadie a los alrededores por ahora.*

Dohko: supongo que igual sera pan comido.

"¿De qué hablas?"

*De pronto una voz resonó en todo el lugar, los dos niños buscaban con la mirada al portador de aquella voz que se notaba grave y algo madura.*

Dohko: ¿quien eres?

*Cuando dieron con el paradero, un joven muchacho de cabellos albinos estaba merodeando por la dichosa casa, era un tanto más alto que ellos dos por lo que en cuando se le fueron acercando tuvieron que alzar la mirada y el ajeno bajarla para que se puedan ver.*

Asgard: no deberías estar aquí, al señor Hakurei no le va a gustar.

Dohko: ¿señor Hakurei? No lo conoz//Shion: tuve que hacerlo.

*Interrumpió el rubio poniéndose delante del castaño frente al mas grande que de brazos cruzados negaba con la cabeza.*

Asgard: shion, si por algo te llevaron hasta allá es por tu bien, le darás un infarto a tu maestro si sellega a enterar.

*El menor solo bufo suave.*

Shion: no me gusta estar ahí...

*A sorpresa del castaño, el si se mostraba expresivo con ellos, le causaba algo de envidia porque si podían hablarle con soltura y recibir respuesta pero en su mirada penetrante del más alto solo sentía escalofríos.*

Asgard: ¿y tú quién eres?

*El castaño se aclaro la garganta casi de inmediato.*

Dohko: h-hola! M-mi nombre es Dohko, y yo.. V-vine alado de Shion para hacerle compañía.

*Éste le extendió la mano, pero el ver tanta seriedad de parte del más alto solo le daba incomodidad aunque sus palabras sonasen amigables.*

Asgard: mi nombre es Asgard, y este es mi templo.

Dohko: e-eso se puede ver jej.

Asgard: ¿eres de donde enviaron a Shion?

Dohko: e-eh si! Vengo del orfanato en donde nos encargaron.

Asgard: jumh... Bueno, me alegra saberlo.

Shion: ¿el maestro está?

Asgard: hace un par de horas lo ví subir, creo que debes tener cuidado con lo que puedas hacer.

Shion: claro.

Asgard: y a ti pequeñín me cuidaría en el camino si fuera tu.

Dohko: ¿p-por qué lo die?

Asgard: lo verás en el camino.

*Se dió la vuelta para empezar a caminar, el castaño no tenía buen presentimiento de lo que podría estar pasando más adelante y por más que las dudas le surgían algo le parecía estar llamándolo a alguna parte, quizás más adelante en cuestiones de momentos podría conocer las siguientes personas que estaban viviendo en las siguientes casas, así como el porque enviaron al rubio para ese lugar, y para ello el ver como el más alto les estaba abriendo la puerta de salida era solo un inicio.*

Asgard: cuidado por allá... Y es bueno verte de nuevo Shion, a Manigoldo le gustará verte otra vez.

Shion: gracias.

Asgard: adiós a los dos.

Dohko: ¡adiós! Muchas gracias!

*Despacio se giró el torso para elevar el brazo y despedirse con la mano viendo como poco a poco se iban perdiendo de vista de aquel gran tipo que a pesar de ser notablemente serio, desprendía un aura totalmente amigable fuera de lo que aparentaba ser esperaba que el siguiente tratase de ser más o menos amigable o les dejase terminar de pasar por las casas ya que veía que si eran rodeadas podría ser incluso más peligroso de lo que podría tan solo imaginar.*