Cap. 30

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*cada uno estaba maravillado y sin palabras al ver detalladamente ese jarrón que Shion había hecho en clases, aunque éste estaba como siempre, las más maravilladas fueron las niñas que no dejaban de mirar con brillo en los ojos.*

Wuning: ¿tú la hiciste Shion?

*todos casi de inmediato voltearon a verlo, el mencionado solo tenía una gota resbalando desde su cabeza, desvió la mirada asintiendo con la cabeza haciendo que las niñas chillen un poco.*

¿: ¿Y cómo lo hiciste?

Wuning: ¡Genial! Te quedó precioso.

¿: ¿Cómo le hiciste? El mío casi se iba cayendo

¿: Y el mío está feo

¿: ¿Me puedes enseñar cómo hacerlo igual al tuyo?

*y así todas las niñas fueron rodeando al rubio en el cual solo intento retroceder pero estaba totalmente rodeado en lo que.*

Wang: aaah que suerte tiene Shion, está rodeado de todas jejej

Ginwen: es verdad, aparte de eso su jarrón es hermoso de pro sí.

Dohko: creo que se debería a que anteriormente debió haber hecho uno en donde vive, pues por algo es que quiere ser alquimista.

Wang: ¿qué es un alquimista?

Dohko: pues según me ha dicho es alguien que construye cosas, tanto pequeñas como medianas y grandes

Wang: oooooh entonces debe ser por eso

Dohko: así es, jajaja por eso mismo no debería de ser sorpresa que todo lo que haga deba ser lindo o perfecto ya que es para eso que, a lo mejor, lo enviaron aquí.

Ginwen: si, tienes razón, deber ser eso mismo.

*en cuanto al rubio finalmente pudo escapar de las garras de las niñas tras agacharse y escabullirse sin que lo notaran para así mismo suspirar profundamente alejándose un par de pasos hasta llegar a la sombra de un árbol en el cual no dudó en sentarse a sus raíces. En cuanto el castaño segundos después se le acerco con una sonrisa en sus labios.*

Dohko: ¿estás bien?

Shion: algo.

Dohko: ¿por?

Shion: hace mucho calor

Dohko: debe ser porque estas usando bufanda en pleno verano.

Shion: ......

*el castaño se rió un poco.*

Dohko: oye, ¿puedo hacerte una pregunta?

Shion: ¿sí?

Dohko: sobre lo que hablaron tú y la maestra... ¿qué fue lo que te dijo?

Shion: ...... ¿Para qué quieres saber?

Dohko: solo es curiosidad.

Shion: era sobre lo que ocurrió en ese momento... En la cocina

Dohko: ¿así?

*el rubio asintió.*

Dohko: ¿Pero... Te regaño?

*el rubio solo miro hacia otro lado en pleno silencio.*

Dohko: oh.... Yo... Lo siento.... No quise...

Shion: dijo que debo adaptarlo a las clases...

Dohko: ¿Qué?

*el rubio miró al castaño para luego mirar a todas partes para acercarse a susurrarle en el oído a modo de secreto, los otros niños hacían caso omiso a lo que pasaba y las niñas estaban un poco más curiosas pero ya luego preguntarían al terminar el día. Cuando entraron nuevamente a comenzar las clases a susurros trataban de averiguar qué era lo que habían hablado el castaño y el rubio, en medio de mensajes de bolita o indirectas, sin embargo eran captados por la maestra llamándoles la atención en lo que quedaba de clases, en una oportunidad en que la maestra estaba esperando que todos terminaran de copiar para que el castaño mirase al rubio.*

Dohko: hey... ¿esta noche estarás despierto?

*le susurro y aunque el rubio no le dirigió la mirada asintió con la cabeza.*

Dohko: bien, es que quisiera hacer algo, pero no les digas a los demás.

*no recibió respuesta de su parte pero su silencio decía más que mil palabras, entonces tomándolo como algo positivo ríe para sus adentros en lo que le miraba, el rubio no despegaba su vista de su tarea.*

Dohko: hey... Estas muy concentrado ¿no?

*no recibió respuesta alguna, el castaño suspiro.*

Dohko: oye mínimo deja de ser tan reservado...

*reprocho desviando la mirada inflando sus mejillas, el ajeno solo se limitó a verle de reojo por unos segundos antes de seguir en lo que estaba hasta terminar su tarea, así fue el resto del día hasta la hora de la cena en la que muchos estaban comiendo mientras que otros estaban tratando de usar su comida para construir algo.*

Maestra: niños no jueguen con su comida, mañana no sabremos si comeremos lo mismo.

Wang: ¿por qué?

Maestra: cuando sequen sus jarrones y platos, los venderemos al mercado.

*varios se emocionaron por eso.*

Ginweng: ¡fantastico! ¿Significa que no habrá clases?

Maestra: en la tarde sí.

Ginweng: ah.

Maestra: iré al pueblo a subastar, mientras tanto el director vendrá a primera hora a atenderlos.

¿?: ¿El director?

Maestra: si, aunque no sabemos si vendrá solo o acompañado así que lo único que les pido es que por favor se comporten frente a ellos.

*en ese tono la mujer sonaba un poco preocupada, después de todo el director era el dueño del orfanato así que era mejor prevenir que lamentar y no quería imaginar qué pasaría si llega a notar algo que no le pareciese, lo que más temía era por las acciones a tomar como respuesta ante ello... Finalizando todo los niños se preparaban para ir a cepillarse los dientes pero el castaño tomo del brazo al rubio y lo halo corriendo hacia la habitación, lo tumbo a su cama para después subirse él y tapar a ambos con la sábana mientras que un sorprendió rubio le miraba.*

Dohko: shhhhh! Es una sorpresa

*susurro antes de sacar debajo de su almohada un dibujo que parecía ser unos planos.*

Dohko: ¿ves esto? Es la siguiente broma que tengo planeado hacer, a provechando que la maestra no va a estar pensé que sería bueno hacer un cuento de terror y ¡asustarlos un poco! ¿Tú qué piensas?

*el rubio ladeo la cabeza en silencio... No entendió ni un carrizo.*

¿porque estas a mi lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora