Cap. 32

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*a la mañana siguiente todos estaban en la misma rutina de siempre solo que al momento de pasar a las clases usaba para ejemplo a cierto par que separo de lugar en el inicio de las clases para asegurarse de que puedan prestar atención hasta llamarlos a realizar dichos ejercicios en el pizarrón buscando no equivocarse ya que de lo contrario el grupo entero pasará el mismo castigo aún sin saber cuál es. Al rato escucharon algo detenerse a las afueras del orfanato.*

Maestra: ¿hum? ¿Quienes serán a estas horas?

*despacio se acercó al marco de la puerta pero se detuvo para ver a los pequeños.*

Maestra: por favor, no vayan a salir de sus asientos, regresaré en unos minutos... Shion y Dohko se quedan en sus asientos.

*los niños aceptando sus palabras mientras que la mujer se iba saliendo de la edificación encontrándose con un auto bastante lujoso y notablemente amplio, de ahí salio un hombre vestido de negro cuya identidad no se dejaba mostrar, se acerco a la puerta contraria para abrirla dejando salir poco a poco la silueta de un hombre alto, joven y de firmeza notable. Seguido dos menores fueron saliendo, uno parecía ser el mayor, al otro si lo pudo reconocer físicamente pero antes de que pudiera pensar algo.*

??: disculpe, usted es la maestra del orfanato?

*la mujer sobresalto saliendo de sus pensamientos.*

Maestra: ah? Aah, s-si señor ¿en que le puedo ayudar?

*no falto poco para que el hombre mirase hacia atrás para que sus hijos se le acercaran.*

??: disculpe si hemos venido en medio de sus lecciones diarias, si quiere podemos esperarle a que termine.

Maestra: eeeh... No se preocupe, hoy estábamos repasando los números en ejercicios matemáticos, si gusta puede pasar.

??: espero no sea mucha molestia.

Maestra: de ninguna manera.

*así con cuidado fueron pasando, los niños estaban todavía en sus asientos pero hablando entre ellos mismos, cuando escucharon las palmadas de la mujer uno tras otro fueron callando dándose cuenta de la compañía que portaba ella.*

Maestra: niños, hoy tenemos compañía.

*todos ellos se levantaron a su tiempo.*

Todos: bienvenidos!

Maestra: en el día de hoy nos acompañaran por un rato, les pido por favor que se comporten un poco y no molesten al señor.

*aunque este les miraba uno por uno con firmeza en lo que cada uno se volvía a sentar, el menor de los dos estaba buscando algo rápido con la mirada al rubio encontrándolo escribir algo en su hoja.*

??: es un gusto poder estar con ustedes el día de hoy, si no les molesta mis hijos quedaran con ustedes el resto del día.

*los dos mencionados miraron a su padre de reojo.*

??: mientras tanto, me gustaría hablar con usted mientras observamos el orfanato en su totalidad.

Maestra: ¿eh? ¿P-por que?

??: me gustaría ver completamente este sitio.

*la mirada seria del hombre no parecía convencerle a la mujer de que fuese algo bueno para su vista, así que dejándolo pasar respiró lentamente.*

Maestra: si usted quiere.

*giró su vista a los niños.*

Maestra: niños, por ahora las clases se pausarán por el momento, por favor les pido que terminen lo que tengan pendiente para que puedan presentarlo en las siguientes clases ¿entendido?

Todos: si maestra!

Maestra: con su permiso.

*poco a poco se fueron alejando del lugar dejando a los dos niños con ellos, ninguno de ellos entendía que pasaba y cuando estaban por preguntar el menor de ellos ya estaba alado del rubio sentándose a su lado lo más junto posible.*

Shungen: buenos días linda! ¿dormiste bien?

Shion: lin... Da?

*el rubio alzo una ceja incrédulo.*

?: aaaah... Hermano, no puedes ser al menos un poco más amable?

Wang: y ustedes quienes son?

Shugun: oh disculpen, mi nombre es Shugun y soy el hermano mayor de Shungen.

Dohko: un gusto conocerte! Mi nombre es Dohko y bienvenidos!

Shugun: muchas gracias.

*luego elevó la mirada donde estaba el menor cambiando su expresión a serio y resignado.*

Shungen: ¿aquí es donde estas viviendo linda? Es un poco feo...

Shion: es acogedor.

Shungen: en mi casa es más amplio, se tiene más espacio incluso para dónde guardar las cosas.

*el menor a ellos trataba de apegársele más al rubio pero éste le aparta en un empujón repetidas veces en las que intentaba acercársele, manteniendo una cara de poca paciencia.*

Shugun: hermano, por favor no seas pesado...

Wang: bueno ¿qué quieren hacer por mientras?

Shugun: si no les molesta... Queremos ver qué es lo que enseñan en este lugar.

Dohko: oh bueno, Shion ¿quieres acompa-....

*pero al voltear el rubio estaba ocupado manteniendo lejos al niño con ambas manos que no puede escucharlo, una gota resbaló en la cien del castaño.*

Dohko: o mejor no...

¿porque estas a mi lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora