Adentro del orfanato

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*por otra parte el pelilimón estaba adentro de la habitación moviendo los pies que le colgaban mirando la ventana sin hacer sonido, bajo de la cama y caminando a paso lento fue bajando por las escaleras hacia el vacío comedor a buscar algo en el refigerador, tomo na avena ya hecha, con el plato en manos sale y se sienta en el medio de un pasillo para comersela. Al acabar deja el plato en el lavaplatos a remojar y sale a caminar alrededor del orfanato para recorrerlo de nuevo.*

Shion: muy grande.

*dijo en el camino mirando las distintas puertas, las abría notando que solo eran cuartos de uso casero, así como armarios y así, a lo que no tomó a mucho que tomo un pañuelo y lo humedeció en agua, saco una cubeta de por ahí y la lleno de agua y comenzó a ir trapenando con sus manos de un lado a otro los rincones que lograba alcanzar, mientras que el conserje al entrar.*

Conserje: ¿que estas haciendo niño?

*el dicho paro de golpe, giro suavemente a verle.*

Conserje: ¿estas limpiando?

*no recibió respuesta alguna, dejo el pañuelo en la cubeta e rise de ahí.*

Conserje: ¡hey, espera!

*deja su escoba de polvo y camina detrás del pequeño, pero lo perdió apenas llega a la puerta del pasillo, suspiro y regreso al sitio para mirar el limpio pero humedecido lugar.*

Shion: ......

*se había escondido en el armario, el primero que encontró, despacio comienza a salir sin tener que hacer mucho ruido y partir a otro lugar, encontro el jardín, era calmado y relajante, por lo que decide quedarse ahí un buen rato caminando por ahí y mirando todo lo que lo conformaba.*

Shion: lindo.

*dijo mirando a las aves volar libres hacia arriba perdiéndose en las nubes, el viento abatía sus cabellos y ropajes, los arboles se movían de un lado a otro como si estuvieran danzando una melodía, el pelilimón seguía caminando pero se detuvo cuando llego a una colina desierta, las rocas le rodeaban y era lo único que había, miro alrededor y comienza a elevar las rocas... Si, a elevarlas... Con su poder telequinético (natural en la raza de los Lemurianos/Murianos) las ordeno en un circulo un poco torcido pero completo, se trepo por esas rocas y se queda dentro de ellas.*

*llegada la tarde los colores del cielo cambiaron a manera de que los naranjas quedarían envidiosos, no quería salir de ese lugar pero debía de hacerlo a contra voluntad, de la misma manera en que entro así mismo salió directamente tomando el camino para ir al orfanato a pie, de lejos escuchaba las risas de sus compañeros al igual que algunas palabras gritadas, bajo la mirada para seguir el camino en completo silencio hacia el orfanato lo más invisible posible.*

Maestra: y recuerden, no correr en plena calle cuando hay tanta gente alrededor.

*a modo de regaño los fue guiando adentro, pues lo que pasaba era que a medida que los niños hicieron sus carreras casi iban atropellando gente sin querer y eso provoco que un señor de traje les regañara llamándo la atención de los adultos culminando la charla sobre las expansiones del sitio, así que el viaje fue acabao lo más pronto posible como "castigo" de parte de ella.*

Maestra: a la proxima intenten hacer algo más que no requiera de correr ¿entendido?

Todos: si señorita.

*al entrar notaron que algunos pañuelos estaban en las mesas, cosa que no dejaro ahí, el silencio era algo abrumador pero pronto fue callado por los niños que iban dejando sus cosas para cuando iban a la habitación el castaño notó que el pelilimón estaba sentado en su cama mirando la mirada y moviendo los pies.*

Dohko: ¡hey!

*se le acerco con una amplia sonrisa.*

Dohko: ¿te quedaste aquí todo el rato?

*el ajeno giro la mirada a el.*

Shion: no.

*y volvio a ver por la ventana, el castañose sentó a su lado.*

Dohko: oh! No viste lo que te has perdido, ¡la ciudad es muy grande!

*no recibió respuesta alguna de el, más que un...*

Shion: ah.

*eso para el castaño le hizo muy raro.*

Dohko: no... ¿quieres bajar un rato?

Shion: no, estoy cansado.

*se levanto de su sitio y fue a sacar una sábana.*

Dohko: ¿tan pronto? Pero apenas vamos a cenar!

*se le acerco tomándole de las sabanas*

Dohko: por favor.

*el ajeno le miro inespresivamente por unos minutos largos, suspiro y volvio a bajar de su cama.*

Shion: ok.

*el castaño sonrie.*

Dohko: ¡gracias!

*y así bajaron al comedor.*

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