✨07.- Ginecóloga

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Melissa le había pedido a Lola que la acompañara a su cita de cada mes en el hospital; ninguna dijo nada durante todo el camino y Melissa lo agradeció.

—¿vas a tardarte mucho?

—al menos media hora, ¿por qué?

—iré a comprar unas cosas que me hacen falta en la cocina, si sales pronto me hablas

—claro

Lola se alejó de ella y Melissa entró al hospital.
El lugar ya le era bastante familiar, al igual que para las enfermeras allí lo era su presencia.

—buenas tardes señora Cárter

—buenas tardes

—la doctora la está esperando, pase

—gracias
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Una consulta no era algo fácil para Melissa, desde que estaba con Evan (después de su luna de miel) le dio miedo el hecho de que a él le diera igual usar protección o no, así que le pidió a Lola que la llevara a un hospital para agendar una cita con una ginecóloga y que la atendiera. Hasta el momento esas citas no habían resultado sencillas, pero siempre le agradaba la respuesta que escuchaba.
Este mes aún no le bajaba y ya le empezaba a preocupar.

—Melissa, descuida, no estás embarazada

Sintió un gran alivio al oír esas palabras.

—¿y por qué no he menstruado?

—estás atrasada, pero si en una semana no te baja, avísame

—claro, gracias

—denada, nos vemos

—hasta luego

Para cuando salió del hospital, Lola y Orlando estaban esperándola al otro lado de la carretera así que fue hacia ellos con una sonrisa en el rostro.

Mientras tanto, Evan se encontraba en su despacho solo (o hasta donde él tenía entendido), cuando Alejandra entró con la tableta que siempre llevaba.

—ya que su esposa no está he decidido traerle el reporte

—bien, ¿y qué es lo diferente?

—en toda la semana no ha salido a ningún lugar extraño

—¿qué hay de hoy?

—ha ido al hospital

Esa respuesta no era para nada la que esperaba, su gesto se endureció ante esa palabra.

—bueno, si no hay más nada te puedes retirar

—permiso

Salió sin hacer ruido.
Melissa simplemente no podía haber recurrido a un hospital por el hecho de que la hubiera azotado.
El sonido de la puerta principal y las voces de Melissa, Lola y Orlando lo hicieron ponerse de pie e ir hacia la sala.
Allí se encontraban Melissa y Lola con bolsas en las manos y se sorprendieron al verlo aparecer.

—Melissa, ¿podemos hablar?

—claro

Dejó las bolsas en la cocina y volvió para ir directo hacia su despacho. Estaba actuando demasiado normal como para haber recurrido a una visita en el hospital; al entrar él cerró la puerta y la observó atentamente.

—¿pasa algo?

—¿qué carajo fuiste a hacer a un hospital?

La sorpresa se quedó corta en cuanto escuchó la pregunta de Evan, puesto que sí, estaba sorprendida de que lo supiera; pero si lo sabía eso sólo significaba una cosa.

—¿me estás vigilando?

—eres mi esposa, tengo todo el jodido derecho para hacerlo

Su actitud de macho impotente comenzaba a  irritarle, ahora ya ni siquiera se sentía libre de hacer algo sin que él lo supiera.

—¿vas a decirme de una maldita vez qué hacías en un hospital?

—¿y es que ni siquiera una buena investigación pueden hacerte?

—¡Melissa Cárter!

Gritarle era lo que deseaba, pero sabía que si lo hacía no iban a arreglar nada.

—desde la segunda vez que me azotaste acudí al hospital

—¿y por qué mierda haces eso?

—lo último que me gustaría que supieran es que mi esposo me azota, he ido por la revisión de una ginecóloga

—¿qué?

—si, y de paso pedirle que me ayude a llevar un tratamiento para no embarazarme porque la bestia de mi esposo no tiene dos gramos de cerebro como para usar un jodido condón

Después de vario tiempo por fin se sintió libre, las palabras habían salido de su boca (aunque aún faltaban más) y ante ello Evan la observó sin decir nada. Se acercó obligándola a retroceder.

—perdona, yo debí buscar a la ginecóloga

—si pero no lo hiciste

—¿y qué te ha dicho?

—que no estoy embarazada

Cuando Melissa sintió la madera del escritorio en el trasero, se alejó rápidamente recibiendo una mirada confusa por parte de Evan.

—¿qué haces?

—te conozco

—¿de qué hablas?

—no voy a tener sexo contigo nuevamente aquí

La carcajada de Evan la hizo sentir como tonta, pero cuando lo vio caminar hacia la puerta y cerrarla, supo que no había estado equivocada.
Regresó con ella y la tomó de la mano para dirigirse a su silla.

—voy a cogerte como la bestia que dices que soy y tú vas disfrutar

—no

No logró safarse del agarre, pero logró mantenerse en pie y estable donde estaba.
Sin embargo, eso no le sirvió mucho tiempo ya que con fuerza la atrajo a él y la besó, Melissa no quiso seguirle el beso, pero no hacerlo le resultaba imposible y aún más cuando tenía las manos de Evan en la cintura.

—gracias

Le bajó el cierre de la falda y la dejó caer para dejarla sólo en bragas de encaje blancas. Se sentó en la silla y le besó el vientre.

—fui un tonto al no pensar que podrías quedar embarazada

Le separó las piernas y le deslizó las bragas por ellas.

—dime algo Melissa

Estaba por responderle cuando la penetró con dos dedos.

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¡¡¡ Happy New Year !!!
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Chic@s, con este capítulo les agradezco su apoyo y les deseo un feliz año; que sus nuevos sueños y metas se hagan realidad y NO lo olviden... Si desean que los apoye en algo, haganmelo saber y con gusto lo haré.

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Enamorada De La Bestia© [Libro #1/ Trilogía Enamorados]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora