Enamorada De La Bestia© [Libro #1/ Trilogía Enamorados]

✨12.- Fusta

Después de un desayuno tranquilo, Evan asistió a una reunión con un tipo que quería entregarle una propuesta de exportación y al volver se encontró con Bryan, quien lo observaba nervioso.

—¿todo bien contigo?

—si, sólo quería saber si ya habías visto las nuevas noticias

—sabes que me importan una jodida mierda las noticias, ¿pero por qué la duda?

Le entregó su tableta.
Y en el momento en que leyó el encabezado sintió como la furia llenaba su sistema.

¿Melissa Cárter es Infiel?

Observó a Bryan.

—¿qué carajo significa esto?

—no lo sé, he visto la noticia y he venido a verte

El mayor defecto que Evan tenía era enfadarse por todo sin saber si tenía la razón o no.
El día anterior se había equivocado al abusar de Melissa sin haberle preguntado antes, pero esta vez supo que no era mentira lo que había visto. Había una imagen de ella con Ismael en redes sociales y eso lo había enfurecido.

—¡Lola!

De la cocina apareció una Lola con harina en la ropa y confundida por los gritos de Evan.

—¿si señor?

—avísale a Melissa que la esperaré en el lugar que le dije esta mañana

—claro

—y tú puedes largarte Bryan, gracias por la información

Salió de la casa lo más calmado que pudo, Melissa lo había hecho sentirse mal por su error, ahora ella debía sentirse mal por la traición que le había hecho.

Melissa se encontraba en su celular buscando lencería para comprar, planeaba seguir descontrolando a Evan con ello; pero la voz de Lola, agitada y preocupada la obligó a arrojar el celular a la cama.

—¿qué pasa?

—Evan me pidió que te dijera que quiere verte en el lugar que te dijo esta mañana

—¿ahora?

—si, salió después de decirme eso

—de acuerdo

Tomó nuevamente su celular y se apresuró a salir de la casa. Las piernas aún le dolían, pero no quería enfadar a Evan al no ir a la casa.
Caminó lentamente y al llegar abrió la puerta.

—¿Evan?

La primera vez que había ido todo estaba de color rojo, en esta ocasión todo lucía de un color rosa palo.

—Evan

Cerró la puerta tras ella y caminó.
Se asustó cuando sintió unas manos en la cadera.

—sabía que no tardarías

Por alguna razón, Melissa no podía confiar en que Evan le había pedido que fuera a esa casa tan temprano por algo bueno. No podía ser bueno si él se portaba misterioso con ella.