✨11.- Perdón

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Para cuando Evan llegó a la casa todo estaba en silencio y Lola apareció de la cocina sin hacer ruido.

—¿y Melissa?

—se ha dedicado a arreglar su habitación

—iré a verla, ¿puedes preparar algo de cenar para ambos?

—claro

—gracias

Subió a paso lento; esperaba encontrarse con una Melissa enojada arreglando la habitación como se lo había dicho Lola, pero en lugar de eso, encontró a Melissa en una orilla de la cama abrazando la almohada y dormida. Se acercó a ella y le tocó la mejilla lo que ocasionó que despertara y se alejara de él.

—Melissa

—quiero dormir

—no voy a hacerte nada

—bien, porque no quiero que me toques

Se puso de pie y caminó lentamente a la otra orilla de la cama.

—lamento lo que te hice, estaba molesto y

—y te desquitaste conmigo, lo sé; pero no quiero que me expliques tus motivos

—yo sólo quiero pedirte perdón

—¡basta Evan!, solamente quiero dormir en paz

—no voy a dormir hasta saber que me perdonas

—¿perdonarías a alguien que te lastima sin motivos razonables?

—no

—ya tienes tu respuesta, ahora dejame en paz

Ambos se sentían mal.
Evan no paraba de reprocharse por lo que había hecho, pero lamentablemente Melissa había sufrido demasiado y no podía obligarla a que lo perdonara por un error que él había cometido y al que se había adelantado.

Melissa por otro lado, planeaba no molestarse ni pelear con Evan ya que eso sería absurdo, así que lo único que hizo fue arreglarse y acostarse para dormir. No podía perdonar a Evan sabiendo que lo que le había hecho podía repetirse.
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Evan despertó con el cuerpo de Melissa al lado, se giró con cuidado y la movió para quedar recostada hacia arriba. Tenía puesto un baby doll negro de encaje; al parecer había comprado un guarda ropa bastante sexy.
Le dio un beso en el hombro y Melissa se movió un poco, descendió por su pecho, en donde se entretuvo observando cómo su respiración empezaba a acelerarse y pronto abrió los ojos.

—no

—ey, no pienso hacerte daño

Se quedó callada observándolo.
Sus manos le acariciaron la cintura y el vientre mientras la observaba.

—¿sabes?, esto comienza a hacerme dudar

Tomó la tela de la ropa que llevaba y Melissa no pudo evitar sonreír.
Ella había elegido toda su nueva ropa con la intención de provocar a Evan cada vez que la viera, y por las veces que había visto su expresión al verla, lo había hecho.

—sólo es ropa

—ropa que resalta demasiado tu cuerpo, ¿cuál era el fin de esto?

—me azotabas, así que busqué ropa que no me lastimara

Con una última mirada descendió a su vientre para besarla y esta vez ella dejó escapar el gemido que antes había tratado de ocultar.

—¿te lastimé demasiado?

—fuiste bastante brusco

—quise que supieras que no pienso dejarte ir, creí que debido a tu sueño me pedirías que te dejara marchar

El miedo se apoderó de su cuerpo.
Le había dolido que la follara como lo había hecho sin siquiera saber cuál era su opinión con respecto al tema y ahora que había decidido irse él llegaba sólo para decirle lo que podría pasarle si lo hacía.

—no quiero irme

—lo sé, y por eso quiero pedirte perdón

Estaba jugando con fuego.
Claro que Melissa deseaba salir de esa casa y no ser honesta con él le costaría caro.
Lo observó sonriente y le tomó la mejilla, ese chico estaba demasiado equivocado con ella, estaba confiando en alguien a quien había lastimado; nunca había tenido la oportunidad de ser cruel con alguien y no planeaba hacerlo con Evan, pero tampoco estaba dispuesta a olvidar que sus padres eran su prioridad y que debía encontrarlos antes de que algo malo les pasara por culpa de los idiotas que la habían secuestrado y vendido con Evan.
Había descubierto que sentía algo por él, pero no podía hacérselo saber o empeoraría la obsesión que él ya tiene con ella. Lo quería y en otras circunstancias se habría quedado con él, pero si él no atendía las necesidades que Melissa tenía, entonces nada de eso podría ser bueno para ella.

—te perdono

Si ella había terminado con las ilusiones en el suelo cuando Evan la había castigado sin decirle nada, lamentablemente él iba a terminar tan lastimado como ella y no habría nada ni nadie que pudiera hacerlo sentirse mejor.

—será mejor que bajemos a desayunar

—claro, tengo hambre

Se arreglaron y bajaron a desayunar con un ánimo mejor que el del día anterior.
Evan bajó la charola de la comida que Lola le había llevado el día anterior a Melissa a la habitación.

—¿quedó lista su habitación?

—si, ya quedó bien

—bueno, entonces tomen asiento, ya les traigo el desayuno

Desapareció en la cocina y Evan se acercó a Melissa para darle un beso en la mejilla.

—sé que te sientes mal, pero quiero que vayamos a la otra casa

Sorprendida lo observó.

—no

—claro que si, te gustará

Le guiñó el ojo y tomaron asiento.
Evan estaba demente si creía que podrían tener sexo mientras a Melissa le dolieran las piernas.

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Girls, aquí están los dos capítulos de hoy; espero que los hayan disfrutado mucho.

Y me encantaría mucho contar con su apoyo para mi nueva historia la cual ya se encuentra en mi perfil.👇

PD. Las actualizaciones de ambas historias ("Enamorada De La Bestia" y "Amor(es) Infinito(s)") serán cada dos días.

Besos💋💋💋

Enamorada De La Bestia© [Libro #1/ Trilogía Enamorados]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora