XV

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2013.

Volví a tocar el timbre sintiendo mis dientes tiritar de frío, todavía tenía algo de nieve sobre mis rizos y estaba comenzando a convertirse en agua, incluso sentía mis pies mojados, y era realmente asqueroso.

Segundos después la puerta se abrió y sentí unos brazos envolverme de forma cariñosa mientras varios besos en mi mejilla no me dejaban respirar.

Reí.

-Mamá para ya-

La dije a la vez que ella me estrujaba entre sus brazos, la mujer se separó con una gran sonrisa al ver a su pequeño y le dejó pasar.

-Pero que guapo y fuerte estás hijo, ¿estás llenado al gimnasio? ¿qué tal los estudios? ¿alguna novia o novio por ahí? ¿se comió Niall las galletas que le hice?-

Preguntó emocionada mientras seguía al rizado por las escaleras, su hijo volvió a reír dejando la maleta a un lado de su antigua cama.

-Me va bien mamá, y voy al gimnasio cuando tengo tiempo, y no estoy con nadie—dijo intentando recordar todas las preguntas mientras abría su maleta y sacaba un par de prendas para darse una ducha—oh y a Niall le encantaron-

Anne sonrió apoyándose en el marco de la puerta observando como su pequeño se había hecho tan mayor.

-La familia de Louis vendrá sobre las ocho y media-

Anunció emocionada y vio como Harry dejaba de sacar la ropa y se giraba hacia ella confundido.

-¿Vienen Jay y Mark?-

Anne pestañeó varias veces y frunció el ceño.

-Claro cariño, todas las navidades cenamos con ellos, ¿se te había olvidado?-

Preguntó un poco divertida, no dudaba que tantos libros habían colapsado con la mente de su hijo.

Harry mordió su mejilla interior al recordar aquel dato y soltó una risita incómoda, tendría que volver a ver a Louis tras dos meses sin saber de él.

Ya que desde estuvo con los trabajos finales había ignorado sus mensajes y llamadas, hasta el día de hoy.

-No sé dónde tengo la cabeza—dijo el rizado cogiendo su ropa para esta noche y dirigiéndose hacia el baño—me tomaré una ducha, estoy agotado del viaje-

Anne asintió con una pequeña sonrisa.

-¿Qué tal con Louis?-

Harry paró de caminar y se volvió hacia ella.

Sonrió de manera incómoda sin saber como decirla que llevaba sin saber de él desde hace dos meses, que le confesó sus sentimientos hace dos años y desde entonces ha intentado olvidarse de él, y ha fracasado.

-Bien—dijo simplemente—estamos como siempre-

Y sin decir más volvió al baño para poder darse una merecida ducha.

Anne le miró por unos segundos e hizo una pequeña mueca, no sabía el día en el que su hijo y el de Jay iban a estar juntos, pero rezaba con que llegase pronto.

Creo que los únicos que no saben que están enamorados son ellos, pensó Anne mientras negaba divertida.

Por otro lado Louis se estaba preparando en la habitación de su casa para la habitual cena de navidad junto a la familia de Harry.

J U S T  T O O  Y O U N GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora