Búsqueda de brujas
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— Siguen buscando en el bosque — Gi vuelve a su forma y se sienta en el sillón— Llevan buscando por semanas, ¿cómo es posible qué no se rindan?
— Tienen sed de sangre Aster, ese es el
problema.— No van a conseguir nada con su búsqueda, ellos ya no están aquí.
Tomó mi chaqueta y salgo de la casa, caminó dando largos pasos, el frío choca contra mi rostro y no presto gran atención a las personas a mi alrededor.
— ¿Qué haces sola, acaso Zorel te dejó ir finalmente?
— Eres un maldito — comienzo a darle golpes esperando a que se defendiera, pero no lo hace
— Hice lo que se me ordenó — dice con voz gruesa
— Y eres un cobarde por hacerlo — me sujeta con suavidad de las muñecas
— No les dije lo de Gi y no planeo hacerlo, no soy un miserable, pero hago lo que debo.
— Hiciste que él se fuera — digo entre sollozos
— Aster, tú sabías que él tenía que irse, no me culpes por impulsarlos a hacer algo que decían hacer.
— Pero no es justo — susurro — Aún nos faltaba mucho.
— Lo siento, no tenía derecho arruinar tu vida — me abraza y me suelto en llanto.
Lo extrañaba, extrañaba su risa y su forma de ser, la manera en que sonreía todas las mañanas, él era la persona que me acompañaba al valle y la que no me dejaba sola.
Él era todo lo que tenía, él era mi persona, nunca lo había logrado comprender después de todo no tuve a muchas personas en mi vida y la mayoría se iban.
— Por favor, no llores más — dice en una súplica
— Intente dejar de hacerlo, pero no puedo.
— Vamos, conozco un lugar que te ayudará.
Caminamos lejos de las personas, nos aproximamos a una tienda en donde hay toda clase de vestimentas exhibidas, la mayoría antiguas.
— ¿Unos vestidos van a levantarme el ánimo?
— No, lo que viene con ellos si — entramos al lugar y una castaña se acerca a nosotros.
— Cariño, cuanto tiempo — esboza una sonrisa — ¿Cómo está tú madre? — la castaña abraza a Orion
— Está bien, gracias Beth. Te presento a Aster necesita algo para el baile de solsticio de invierno.
— Un gustó Aster, soy Beth — extiende la mano — Estoy segura que encontraré algo perfecto para ti.
— ¿Qué sucede?
— Vamos a ir a un baile y tienes que prepararte adecuadamente.
— No quiero ir a un baile.
— Vamos Aster, no creo que tengas mejores planes y ver películas con Gi y Zorel no cuenta — alza la ceja
— De acuerdo — bajo la mirada
— Esa es mi chica.
— No soy tu chica — me alejó de él y me voy con Beth.
— Es un decir Aster, creo que el problema fue aclarado, estoy más interesado en las rubias.
Nunca pensé que buscar un vestido fuera demasiado complicado, me equivoqué, es lo más difícil del mundo más si tienes miles de opciones a tú disposición.
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Luces En Febrero
Teen FictionLa luz siempre es el comienzo de algo, pero eso significa que también es un final. Me hicieron terminar atrapada con él, entre los árboles de aquel bosque. Ni en mis sueños más extraños lograba imaginarme un mundo tan distinto del cuál yo formara p...