Luces En Febrero

Epílogo

Luces en febrero

Cuando una luz se apaga, otra se enciende.

Mientras la historia de un pueblo este escrita con sangre siempre se volverá al principio. Antes creía que las luces de aquel veintinueve de febrero significaban misterio, esperanza y anhelo, aunque me llevaron a una vida que ni en mis sueños más extraños llegaría a pensar también termine en un lugar gobernado por el temor y el rechazó sin sentido.

Las luces no eran esperanza, eran lazos que nos unían desde siempre.

Desde el momento en que la cabeza de Magnolia cayó todo se volvió caos y los miedos guardados salieron a la luz, pasaron meses hasta que alguien por fin salió de su casa para hablar con otra persona.

Fueron necesarios siete años para poder cambiar todo, Farah y Flegt iban y volvían a voluntad, conforme pasaba el tiempo las personas también lo hacían.

No era fácil, nadie dijo que lo sería, convencer a cada duende, bruja, hada, ninfa de que hay más allá que una vida llena de temor y barreras no era sencillo, hasta que logramos apagar las luces.

El dia en que las luces se apagan.

Así fue nombrado el día en que la barrera que nos dividía se desvaneció, nuestros mundo se volvieron uno solo. No sólo fue un nombre, fue una celebración, cada año en este día los habitantes apagan las luces hasta el siguiente día, el pueblo queda en completa oscuridad, solamente alumbrado por velas y fogatas.

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— Orion Fraser y Farah Everard, ¿juran cuidar y proteger a ambos pueblos sin distinción?

Ambos están parados enfrente del ayuntamiento, junto a Gi y Ezra el padre de Flegt quienes eran los principales encargados de todo hasta ahora.

Después de meses en que no se sabía de la existencia de Orion debido a que lo consumía el remordimiento de haber matado a Magnolia, se propuso hacer un cambio y lo logró, junto a Farah.

— Lo juramos — todas las personas gritan con emoción lanzando flores hacia donde ellos se encuentran

— Queremos dar un anuncio, tomando en cuenta que ambos pueblos están unidos queremos crear una nueva historia para Sarter comenzando por llamarlo Iris, como las flores que crecen  con Agatha, como las que guiaban el camino de las luces, las flores de lo que hoy llamamos esperanza — indica Farah

El pueblo esta en la misma ubicación y si sigues el camino de piedra entre los árboles encontrabas la otra parte en donde antes solo estaban las brujas y duendes, ahora vivíamos donde quisiéramos no había nada que nos impidiera estar en dos mundos a la vez.

— No fue tan complicado — Zorel nos da una copa

— ¿No tan complicado? — lo observa con disgusto — Casi morimos.

— En múltiples ocasiones.

— Además siempre que Elowin se metía en tu cabeza llorabas.

— ¡Farah! —  murmura entre dientes con el ceño fruncido

— Esta bien, salvaste al mundo, estamos agradecidos.

— No te conviene burlarte de mi señorita "maldigo a toda su familia y sus descendientes "

— Es cierto, ahora por tu culpa estamos malditos — Orion abraza a Farah mientras ella frunce el ceño