Luces En Febrero

22

De corazón
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Gi nos observa con confusión, Zorel está a punto de quebrar en llanto y Farah busca entre sus cosas.

— Lo encontré — saca unas cuantas velas y unos cristales — Esto es lo que me ayudo a pasar la barrera.

— O podemos esperar al próximo veintinueve de febrero, faltan dos meses para que se cumpla un año solo faltarían tres.

— Zorel... ellos tienen que regresar a su hogar — advierte Gi

— Pero el hogar es donde está el corazón y mi corazón está con ellos — coloca su mano en el corazón

— ¡Eso es! — grita Farah

— ¿Zorel es la razón por la cual estamos aquí?

— ¡No! — Farah le da un golpe a Flegt

— No logro entender la razón de tu agresividad.

— ¿Te parece si después discutimos? La señora Ambstor fue quien me ayudó, me dijo que era posible pasar ya que había una parte de mi aquí en este caso era Flegt porque solo se pueden lazos de sangre.

— Entonces podemos regresar, papá está aún en Sarter al igual que la tía de Aster.

— Ella no va a poder pasar — dice Gi

— ¿Por qué no? — pregunto confundida

Sabía que mi tía era la única familia que me quedaba en Sarter aunque nunca fuimos cercanas esta vez podía ayudarme.

— Samantha no es tu tía — dice Gi

— ¿Conoces a la tía Samantha? — cuestiona Farah

— Claro que es mi tía, era la única hermana de mi madre.

— Tu madre si tenía una hermana, pero no es Samantha, ella solo era una amiga cercana, tu tía desapareció el mismo verano en el que desapareció la mamá de Flegt y Farah.

— Mamá no desapareció, se fue a Las Vegas para abrir un hotel — la corrige Farah

— ¿Y cómo sabes todo eso? — interviene Flegt — Eramos unos desconocidos al llegar a este lugar y el tema de nuestras familias nunca fue tocado, entonces no hay manera de que sepas algo de nosotros.

— Lo sé porque yo soy la tía de Aster, no conocí a tu madre Flegt, pero la seguí al ver que se adentraba al bosque y de alguna manera termine aquí.

Flegt esconde a Farah entre sus brazos y me toma la mano acercándome a él, nadie dice nada, Gi no hace ni un movimiento más y Zorel da vueltas en la habitación como es costumbre.

— ¿Por qué mamá nunca me dijo
esto? — digo confundida

— Eras muy pequeña cuando sucedió y sabía con exactitud a dónde fui, intenté regresar muchas veces junto a Agatha, pero nunca funciono, solo se podía por lapsos de tiempo en los que te pude ver creer hasta el accidente, un día ellos dejaron de ir al bosque y supuse que algo sucedió, fui al pueblo encontrándome con la noticia de su muerte.