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—Sabemos lo importante que es para usted, es por esto que estará en la lista de espera. Formará parte de nuestra lista de consideración en caso de que alguien más rechace el puesto. 

La cálida voz de la mujer resonaba en mi cabeza. Tanto, al punto de  marearme, hasta el punto de tirar de mi cabello intentando que pudiera parar. Apreté mis ojos buscando que el dolor desapareciera y que dejara de dar vueltas. 

Lamentamos informarle que no a superado el corte final para llevar a cabo su pasantía en la editorial, sin embargo tenemos una buena noticia. Sabemos lo importante que es para usted...

Decepcionado no era suficiente para describir como me sentía. Quería llorar, pero no lo iba a hacer en medio del pasillo de la universidad. Esperaría a llegar a mi casa para entre las frías sabanas de mi habitación poder llorar a gusto. 

Ni siquiera quería volver a entrar al salón, donde todos sospechaban el porque de mi llamada. Era claro cuando algunos ya habían recibido la suya más temprano felicitándolos y dándoles indicaciones de cuando tenían que presentarse en las oficinas. 

-Entiendo, yo... No tiene que disculparse.- respondí.

La mujer susurró una despedida mencionando por milésima vez cuanto lo sentía. Respondí en un murmuro y colgué la llamada. 

Recargué mi cabeza en unos de los casilleros que estaban en el pasillo. El frio metal dando un poco de paz a mi cabeza. 

El timbre sonó marcando el cambio de hora y provocando que el mar de personas se pronunciara en los pasillos. Me enderecé y caminé hasta la salida, pues mis clases habían terminado. Pero una voz llamando mi nombre me hizo girarme. 

Jisu caminaba en mi dirección con una sonrisa incomoda, sus labios siendo aplastados por sus dientes. 

-Ya no entraste a clase.- susurró con incertidumbre. 

-La llamada fue algo larga.- Intenté sonreír por cortesía, pero por dentro realmente quería esconderme por la vergüenza. 

-El maestro suspendió la próxima clase de esta semana, creí que deberías saberlo. Ya sabes, para que no des una vuelta innecesaria.- asintió un poco si mostrara liberar la tensión que había entre ambos. 

Nunca fui muy bueno haciendo amigos y parece que Jisu tampoco, tal vez por eso nos llevamos bien. Ninguno habla más de lo necesario, solo lo suficiente para mantenernos al tanto. 

-Gracias.-respondí. 

Y fue ahí cuando la incomodidad volvió, como casi siempre lo estaba cuando intentaba sacar una conversación con alguien. 

-Iré a la parada del autobús, ¿quieres ir conmigo?.- pregunté por cortesía. 

Ella asintió y caminó a mi lado. Nunca me había percatado de su estatura y de como muy apenas me llegaba a la altura del hombro. 

-Vi en tu Instagram que lograste ingresar a tu intercambio a Canadá. Felicidades.- hablé para intentar entablar una conversación y con toda mi sinceridad puesta en esas palabras. 

—¡Si! Fue una noticia sorprendente para mí familia.

—Supongo que te irás en unos meses.

—Si, será un periodo largo de mucho papeleo.

El resto del camino a la parada fue silencioso entre ambos, pero ruidoso por el bullicio a nuestro alrededor. Jisu tenía que tomar una ruta diferente a la mía y fue ahí cuando nos separamos.

Tomé asiento y me puse mis audífonos. El autobús aún no avanzaba pues aún faltaban algunos estudiantes por subir. Observando tras la ventana me di cuenta que la gran mayoría venía acompañada de sus amigos.

LIE [YEONBIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora